En un giro inesperado para muchos, Microsoft ha marcado el final de una era para WordPad, el procesador de textos simplificado que ha sido parte integral del sistema operativo Windows por casi tres décadas. La noticia llega con un toque de nostalgia para los usuarios de larga data, mientras nos preparamos para decir adiós a WordPad con el lanzamiento de Windows 11 versión 24H2 a finales de este año.
-El Final Está Cerca para WordPad
A lo largo de los años, WordPad ha sido un aliado confiable para aquellos que buscaban una herramienta de procesamiento de texto más básica que Microsoft Word, pero más capaz que el simple Bloc de notas. Sin embargo, la evolución de las necesidades del usuario y el avance de la tecnología indican que es hora de avanzar.
Microsoft ha confirmado que, con la actualización 24H2 de Windows 11, WordPad será eliminado del sistema operativo, marcando el final de su soporte para los archivos .rtf, una función largamente apreciada por los usuarios de la aplicación.
-Una Herramienta que Marcó una Época
Desde su debut en 1995 con Windows 95, WordPad ha experimentado diversas actualizaciones, adaptándose a los cambios estéticos y funcionales de cada versión de Windows. La última gran actualización de la aplicación se produjo con Windows 8, donde recibió un importante rediseño para alinearse con la estética moderna de la interfaz de usuario. Sin embargo, en un mundo donde opciones como Microsoft Word, Google Docs y el mismo Bloc de notas ofrecen funcionalidades avanzadas, la presencia de la aplicación se ha vuelto menos relevante.
Interesantemente, mientras WordPad se prepara para su despedida, el Bloc de notas ha ido ganando terreno con actualizaciones significativas, transformándose en una herramienta más robusta que ofrece desde diseño renovado hasta funciones de inteligencia artificial. Estas mejoras posicionan al Bloc de notas no solo como un sucesor espiritual de la aplicación, sino como una opción viable y moderna para el procesamiento de texto básico.
La eliminación de WordPad nos invita a reflexionar sobre cómo el avance tecnológico y el cambio en las preferencias de los usuarios moldean el ecosistema de software que utilizamos diariamente. Aunque es un adiós a una herramienta clásica, también es un recordatorio de la constante evolución de la tecnología y cómo nos adaptamos a ella.