Windows 8.1, la actualización gratuita que intentó enmendar algunas de las cosas más criticadas del Windows 8 original, ha empezado a mostrar una pantalla de aviso de cara a su próximo fin de ciclo oficial.
La notificación fue introducida ayer como parte de la actualización acumulativa KB5015874, que incluye un ejecutable llamado ‘EOSnotify.exe’ que muestra el aviso de fin de soporte de Windows 8.1. El fichero se ubica en C:\Windows\System32 y es ejecutado a través de dos tareas llamadas EOSNotify y EOSNotify2. La primera de esas tareas se pone en funcionamiento cada vez que el usuario accede con su cuenta en el sistema, mientras que la segunda se acciona una vez al día.
Microsoft ha publicado en el resumen de la actualización un recordatorio que dice lo siguiente: “Windows 8.1 alcanzará la finalización del soporte el 10 de enero de 2023 para todas las ediciones, momento en el que ya no se proporcionará asistencia técnica ni actualizaciones de software. Si tienes dispositivos que ejecutan Windows 8.1, te recomendamos que los actualices a una versión de Windows más reciente, en servicio y compatible. Si los dispositivos no cumplen los requisitos técnicos para ejecutar una versión más reciente de Windows, te recomendamos que reemplaces el dispositivo por uno que admita Windows 11”.
Los usuarios tendrán a su disposición una opción de “Recordar más tarde”, la cual mantiene la notificación oculta durante 35 días. Tras pasar ese periodo de tiempo, volverá a mostrarse. También es posible seleccionar “Recordar después de la fecha de finalización del soporte”, que solo mostrará una notificación después de que Windows 8.1 haya llegado a su fin de ciclo.
Cuando Windows 8.1 llegue a su fecha de fin ciclo dejará de recibir actualizaciones de seguridad. Esto quiere decir los fallos y agujeros de seguridad que se le encuentren no serán parcheados, además de que irá perdiendo paulatinamente el soporte para las aplicaciones, destacando aquí unos navegadores web que tienden a interaccionar constantemente con Internet.
Si el equipo no es compatible con Windows 11, como alternativa está prolongar el soporte dos años más con una actualización a Windows 10. También andan por ahí las distribuciones Linux y un Chrome OS Flex que se ha erigido como un sistema que pretende evitar el desperdicio de componentes electrónicos.
Si el usuario no quiere lidiar con las políticas de obsolescencia programada de Microsoft y los fabricantes de hardware, Linux es la opción más lógica al no estar tan controlado por las corporaciones como sus rivales. Esta es la misma lógica que la empleada en caso de querer instalar una ROM de Android en un móvil que ha sido abandonado por su fabricante. Cierto es que el gigante de Redmond ofrece periodos de soporte muy largos para Windows, pero los elevados requisitos de Windows 11 han indignado a más de uno.