Windows 11 y su nueva función de evaluación de hardware

Este cambio se debe, en gran medida, al inminente fin de soporte de Windows 10, programado para el próximo 14 de octubre de este año. A partir de esa fecha, el sistema dejará de recibir actualizaciones de seguridad y mantenimiento, al menos de forma gratuita, lo que lo convertirá en un software vulnerable. Con el paso del tiempo, esta falta de actualizaciones agravará los riesgos, ya que las vulnerabilidades detectadas no serán corregidas, dejando a los usuarios expuestos a potenciales ataques.

Dicha situación supone un escenario ideal para los ciberdelincuentes, quienes podrán explotar fallos de seguridad para acceder a los datos almacenados en los equipos. Ante esta problemática, Microsoft lleva tiempo implementando diferentes estrategias para incentivar la migración a Windows 11, aunque los resultados no han sido los esperados. Un número considerable de usuarios sigue resistiéndose a realizar la actualización, y entre las principales razones se encuentran los altos requisitos de hardware que exige la nueva versión del sistema.

Como consecuencia de estas restricciones, muchos usuarios han optado por alternativas como Linux, un sistema de código abierto que permite mantener un entorno actualizado sin necesidad de invertir en hardware más potente. En este contexto, Microsoft ha comenzado a desarrollar una nueva funcionalidad destinada a evaluar el hardware del equipo y detectar posibles deficiencias al ejecutar Windows 11.

La nueva versión del sistema operativo incluirá una herramienta diseñada para analizar el rendimiento del hardware disponible y advertir a los usuarios sobre los posibles problemas que puedan surgir. Este concepto recuerda a la herramienta integrada en Windows 7, que asignaba una puntuación de rendimiento en función de la capacidad del equipo. En este caso, la nueva funcionalidad de Windows 11 proporcionará información detallada sobre las limitaciones del hardware, alertando, por ejemplo, sobre el impacto de ejecutar el sistema en equipos con solo 4 u 8 GB de memoria RAM.

Esta iniciativa podría interpretarse como una nueva estrategia de Microsoft para impulsar la compra de nuevos equipos con especificaciones óptimas para Windows 11. De hecho, la falta de soporte de Windows 10 hará que los usuarios busquen alternativas más seguras, y una de las soluciones que la empresa también sugiere es actualizar los componentes del hardware existente, como la ampliación de la memoria RAM.

Cabe destacar que, por el momento, esta funcionalidad se encuentra en las versiones de prueba del sistema operativo, aunque se espera que esté disponible en versiones estables próximamente a través de una actualización.