No se puede decir que Microsoft esté en racha con su último sistema operativo para escritorio, y es que, después del lío con las licencias, nos hacemos eco de que Windows 11 23H2 está causando problemas de rendimiento con al menos ciertos videojuegos. Desgraciadamente, no es la primera vez que este sistema causa problemas en dicho frente, sino que más bien es algo que sucede con relativa frecuencia.
Recogiendo los datos sobre la última incidencia de pérdida de rendimiento con los videojuegos en Windows 11, esta fue reportada por un usuario llamado Anant Acharya a través de los foros oficiales de Microsoft. Esta persona dijo tener un portátil HP Pavilion para gaming del año 2020, por lo que se trata de un equipo de altas prestaciones.
Acharya ha expuesto que, antes de recibir Windows 11 23H2, su portátil HP Pavilion era capaz de alcanzar los 130 fotogramas por segundo en juegos como Valorant, Counter-Strike: Global Offensive y Grand Theft Auto 5, tres títulos que, siendo realistas, no son especialmente exigentes en cuanto a los requisitos de hardware, el primero porque fue diseñado así y los otros dos porque son bastante antiguos. Por otro lado, también dijo que era capaz de alcanzar los 80-90 fotogramas en juegos triple A más recientes como Forza Horizon 5 con la configuración gráfica en alta.
Aquella buena experiencia de Anant Acharya se fue al traste después de recibir Windows 11 23H2 y experimentar fuertes caídas en la tasa de fotogramas y problemas de stuttering, los cuales según la versión del usuario no se deben al thermal throttling, ya que no ha notado cambios significativos en las temperaturas después de aplicar la actualización. Las supuestas buenas temperaturas quedan reforzadas con una base de refrigeración y una habitación que cuenta con aire acondicionado.
El reporte de un usuario quizá no sea noticia por sí mismo, pero si hay otros que reportan lo mismo, posiblemente es que haya algún problema con el software. Además del reporte de Anant Acharya, un usuario llamado BNSoul ha publicado en Reddit que una instalación limpia de Windows 11 23H2 le ha aportado un rendimiento entre un 5 y un 8 por ciento inferior al obtenido con la versión 22H2 en casi todas las pruebas que ha llevado a cabo.
BNSoul también ha detectado problemas de stuttering y otros relacionados con el rendimiento, por lo que al final decidió volver a Windows 11 22H2 para recuperar el mejor desempeño de su computadora, la cual está compuesta de una placa base GIGABYTE Aorus X570 Elite, un procesador AMD Ryzen 5800X, 32GB de RAM a 3.800MHz, una gráfica NVIDIA GeForce RTX 4080 y dos unidades SSD Samsung 980 Pro de 2TB.
Ante esta situación, el gigante de Redmond se ha visto obligado a responder y ha dado una solución que consiste primero en restablecer Microsoft Defender mediante un par de comandos de PowerShell, reiniciar la computadora y luego habilitar el soporte de virtualización de la CPU en la configuración del BIOS. Después hay que abrir la Seguridad de Windows y habilitar la “integridad de la memoria” en la configuración de “Aislamiento del núcleo”, cosa que también requiere de reiniciar el equipo para poder ejecutar el hipervisor y habilitar la seguridad de la virtualización. Dejamos los comandos de PowerShell publicados por BNSoul:
Set-ExecutionPolicy Unrestricted
Get-AppxPackage Microsoft.SecHealthUI -AllUsers | Reset-AppxPackage
BNSoul ha comentado tras editar su mensaje inicial que, después de aplicar la receta que Microsoft le ha proporcionado, ha sido capaz de recuperar a grandes rasgos el mejor rendimiento que obtenía en Windows 11 23H2 a nivel de procesador, mientras que la gráfica fue capaz de ir entre un 3 y un 5 por ciento más rápido.
A pesar de que se trata de un problema con solución, no se puede negar que esta resulta un poco compleja para un sistema operativo con fama de fácil.