Los fallos en las actualizaciones de Windows han sido una constante, afectando a versiones recientes como Windows 10 y 11. Estos errores pueden manifestarse de diversas formas, desde la imposibilidad de instalar actualizaciones hasta la aparición de incompatibilidades de hardware y bloqueos del sistema, incluyendo la temida pantalla azul de la muerte.
-Ralentización detectada en Windows 11 24H2
Recientemente, se ha descubierto que la versión 24H2 de Windows 11 puede causar una ralentización del sistema, evidenciada en pruebas comparativas con la versión 23H2. Esta ralentización se suma a otros problemas de rendimiento reportados, como cuelgues de juegos y fallos con la webcam o el sonido.
-Modo de ahorro de energía involuntario
Usuarios han reportado que, tras actualizar a la versión 24H2, Windows 11 entra en un modo de ahorro de energía al minimizar tareas, como aplicaciones. Esto provoca que la CPU entre en un estado de bajo uso, afectando negativamente al rendimiento del PC.
-Comportamiento anómalo en procesadores Intel
Este fallo se ha observado principalmente en procesadores Intel de última generación, manifestándose como una disminución del rendimiento en el Administrador de tareas cuando una aplicación está minimizada o no tiene el foco.
-Los precedentes y una solución esperada
Informes anteriores ya habían señalado problemas de rendimiento similares en Windows 11 al minimizar aplicaciones. Ante esta situación, se espera que Microsoft tome medidas para solucionar este fallo en futuras actualizaciones.
La ralentización detectada en Windows 11 24H2 es un problema que afecta a numerosos usuarios, especialmente aquellos con procesadores Intel de última generación. Se espera que Microsoft resuelva este fallo para mejorar el rendimiento del sistema operativo.