Mantener las unidades de disco del ordenador libres de aplicaciones y datos personales innecesarios, siempre nos ayudará. Además, debemos limitar la instalación de nuevos programas que en realidad no necesitamos, para así evitar la llegada de archivos basura. También es importante desfragmentar las unidades HDD y tomar ciertas precauciones al navegar por Internet. Con todo ello lo que en realidad logramos es aumentar la vida útil de nuestro sistema operativo.
En lo que se refiere a un apartado tan importante a la vez que delicado como es el registro de Windows, desde hace años se ha hablado acerca de la limpieza y optimización de este. De hecho, encontramos multitud de aplicaciones especialmente centradas en este tipo de tareas. La instalación y ejecución de estas nos garantiza, desde el punto de vista de sus desarrolladores, acelerar el equipo en términos generales.
Es más, buena parte de estas aplicaciones que os mencionamos son de pago para que podamos acceder a la totalidad de sus funciones de limpieza y optimización. Sin embargo, deberíamos tener cuidado con las afirmaciones que nos proponen los creadores de estas aplicaciones en concreto. A estas alturas y en gran parte gracias a la experiencia acumulada, muchos se preguntan si realmente estos limpiadores del registro de Windows sirven para algo. A continuación, os hablaremos de todo ello e intentaremos resolver la duda.
-Los limpiadores de registro no son tan buenos
A pesar de todo lo que nos prometen los desarrolladores de estas aplicaciones que se centran en la limpieza y optimización del registro de Windows, no es oro todo lo que reluce. Básicamente debemos desechar la idea de que estos limpiadores aceleran Windows, porque no lo hacen. Hablamos de una enorme base de datos en la que se almacena todo tipo de información tanto del propio sistema como de las aplicaciones instaladas. Cada vez que añadimos nuevo software, se modifica el registro de forma automática.
Este es un apartado que podemos consultar y modificar nosotros mismos con tan solo hacer uso del comando regedit. Pues bien, debido al extendido uso que se hace de este delicado apartado de Windows, los mencionados limpiadores intentan convencernos de que estos programas limpian, repararan y optimizan el registro de Windows. Así se eliminan errores y se logra mejorar el funcionamiento general del sistema operativo.
La principal razón de todo ello, nos cuentan, es porque el registro se llena de entradas antiguas que causan errores y ralentizan el ordenador. Sin embargo, la realidad es otra bien distinta. Cierto es que la desinstalación de software puede dejar entradas en el registro, pero estas casi nunca hacen que Windows se ralentice o lance mensajes de error. Esto quiere decir que limpiarlo no tendrá ningún efecto positivo apreciable en el rendimiento.
El registro tiene muchos valores importantes que utilizan tanto Windows como los programas instalados. Si modificamos estas claves correspondientes a funciones críticas del sistema, Windows podrían dejar de funcionar. Dado que estos limpiadores del registro son automáticos, se puede dar el caso de etiqueten algo como innecesario. Pero si en realidad es importante, lo que daña nuestro sistema operativo.
En resumidas cuentas, la ejecución de estos limpiadores del registro no nos va a aportar nada positivo e incluso pueden dañar Windows, por lo que deberíamos evitarlos.