La mayoría de las soluciones que os proponemos en este artículo las puede realizar cualquier usuario, independientemente del nivel de conocimientos que tenga acerca de Linux y, algunas, requiere de realizar una pequeña inversión económica.
-Reemplaza el disco duro por un SSD
El primero método que os mostramos para acelerar el tiempo de inicio de Linux, y que también es válido para cualquier otro sistema operativo de escritorio, pasa por reemplazar el disco duro mecánico (HDD) por un disco de estado sólido (SSD). Los discos duros mecánicos, como bien describe el nombre, utilizan un mecanismo en forma de disco sobre el que se sitúa una aguja que se encarga de leer toda la información. El funcionamiento es muy similar al de un tocadiscos.
Sin embargo, las unidades de estado sólido almacenan toda la información en una unidad de almacenamiento similar a las tarjetas de memoria, por lo que tanto la velocidad de lectura como de escritura es muy superior a las unidades mecánicas. Si nuestras necesidades de espacio no son muy elevadas y nos apoyamos en una plataforma de almacenamiento en la nube, podemos comprar un SSD de 256 GB por algo menos de 30 euros.
-Reducir el tiempo de espera del GRUB
Si utilizamos Linux y Windows en un mismo equipo, segundos después de iniciar el equipo, lo primero que aparece es el GRUB, un selector de arranque que nos permite seleccionar que sistema operativo queremos utilizar en el equipo en cada momento. Si no seleccionamos ningún sistema operativo, transcurrido determinado tiempo, 10 segundos, automáticamente se ejecutará la versión de Linux que tengamos instalada en el quipo.
Si habitualmente pulsamos el botón de encendido de nuestro equipo y nos marchamos para hacer cosas mientras inicia, esperando a que el GRUB cargue automáticamente Linux transcurrido el tiempo establecido, podemos reducir ese tiempo a 2 segundos, por ejemplo. Para modificar el tiempo de espera del GRUB utilizaremos el comando.
Introducimos la contraseña de nuestra cuenta y modificamos el apartado GRUB_TIMEOUT para establecer el número de segundos que queremos que tarde este en iniciar el sistema operativo seleccionado. Finalmente, guardamos los cambios. A continuación, debemos actualizar el arranque con los cambios que hemos realizado en el GRUB. Para hacerlo, utilizaremos el siguiente comando en distribuciones Ubuntu y Debian
-Comprobar el tiempo de carga de los procesos
Otro método que podemos utilizar para comprobar el tiempo de carga de los procesos que se ejecutan cuando iniciamos Linux es analizar su tiempo de carga utilizando Systemd. Si no tenemos conocimientos elevados de Linux o no sabemos a qué corresponde cada proceso, es mejor no tocar este apartado. Para analizar el tiempo que tardan los procesos en ejecutarse, utilizaremos el comando.
Si queremos desactivar alguno de estos procesos, utilizaremos el comando
-Instala las actualizaciones pendientes
Dependiendo de la distribución de Linux que utilicemos, el número de actualizaciones disponibles para instalar puede ser más o menos frecuente, al igual que las actualizaciones de las aplicaciones instaladas, aunque estas no dependen de la distribución en sí. Cada nueva actualización, incluye una serie de mejoras que se centrar en mejorar el rendimiento y la estabilidad del equipo, por lo que es, prácticamente, obligatorio instalarlas en el equipo. Para comprobar si tenemos actualizaciones pendientes de instalar, tanto de la distribución Linux que utilicemos, abrimos la aplicación Actualización de Software.
-Utilizar los controladores propietarios
De un tiempo a esta parte, el número de fabricantes que también están apostando por Linux se ha incrementado considerablemente y en la actualidad, no es necesario recurrir a la comunidad para poder sacarle todo el partido, por ejemplo, a nuestra tarjeta gráfica. Los controladores no propietarios, no están tan bien optimizados como los diseñados por el fabricante, por lo que, siempre que tengamos la posibilidad, deberíamos instalarlos si queremos reducir tanto el tiempo de arranque como el funcionamiento en general de la distribución.
Para comprobar si algún componente de nuestro equipo incluye la posibilidad de utilizar los drivers privativos del fabricante utilizaremos la aplicación Software y actualizaciones y, seguidamente, en la pestaña Más controladores.
-Revisa las aplicaciones que se inician
Las aplicaciones que se inician cuando arrancamos un sistema operativo es un problema que siempre vamos a encontrar en cualquier sistema operativo, ya sea móvil o de escritorio. Todos los procesos necesarios para iniciar el sistema operativo son incluidos por el desarrollador de este. Sin embargo, conforme vamos instalando aplicaciones, algunas se incluyen automáticamente en el inicio del equipo, prolongando la agonía de iniciar el equipo.
Para eliminar las aplicaciones que se inician automáticamente cada vez que arrancamos Linux, debemos acceder a las opciones de configuración y abrir la aplicación Aplicaciones al inicio. En la ventana que se muestra, debemos seleccionar las aplicaciones que queremos eliminar y, seguidamente, pulsar en el botón Quitar.
Si el nombre de alguna aplicación no nos suena, lo mejor es no eliminarla, ya que puede tratarse de componentes de software necesario para que el equipo funcione correctamente. Si los eliminamos, nuestra distribución Linux puede presentar inestabilidad y no iniciarse correctamente.
-Reduce el tiempo de carga con Preload
Sí, no solo queremos reducir el tiempo que tarda el equipo en iniciarse, sino que, además, también queremos reducir el tiempo de inicio de las aplicaciones, podemos hacer uso de Preload. Preload almacena los binarios de las aplicaciones en la memoria RAM en segundo plano, de forma que cuando necesitamos abrir una aplicación, está ya se encuentra parcialmente cargada en la memoria y se reduce el tiempo de inicio.
Para disfrutar de esta función, lo primero que debemos hacer es instalarlo con el comando y reiniciar el equipo para que entre en funcionamiento. No hay que hacer absolutamente nada más por nuestra parte.
-Linux Advanced Power Managment
Otra de las soluciones que os mostramos para optimizar el funcionamiento de Linux en general es utilizar Linux Advanced Power Managment, con la que podemos optimizar el funcionamiento del equipo para que se adapte al tipo de equipo donde lo utilizamos (portátil o sobremesa).
Con esta aplicación, podemos optimizar, además, el funcionamiento de la unidad de almacenamiento, por lo que nunca está de más darle una oportunidad. Para instalar esta aplicación, nos dirigimos a terminal y añadimos el repositorio donde se encuentra.
Y actualizamos el listado incluido en Linux
Lo instalamos
Y lo ponemos en funcionamiento
-Utilizar una distro ligera
Si después de comprobar los métodos que os hemos mostrado en este artículo, no conseguimos reducir considerablemente el tiempo de inicio en Linux, y nuestro equipo no destaca especialmente por ser moderno, la solución más sencilla pasa por utilizar una distro ligera de Linux.
Este tipo de distros, no incluyen las mismas aplicaciones y funciones disponibles en las versiones más recientes de Ubuntu o Debian, sin embargo, incluyen todo lo necesario para poder trabajar con este sistema operativo sin ningún problema.
-Lubuntu
Una de las distribuciones ligeras más populares es Lubuntu, distro que como podemos deducir por su nombre, se basa en Ubuntu. Incluye un gran número de aplicaciones preinstaladas para poder funcionar sin problemas y utiliza el escritorio LXQt que consume menos recursos que GNOME. Podemos descargar esta distro a través de su web pulsando el siguiente enlace.
-Linux Mint
Otra interesante alternativa que debemos considerar si buscamos una distro Linux ligera, la encontramos en Linux Mint, una distro con un diseño similar a Windows XP y que también se basa en Ubuntu, incluye aplicaciones básicas para poder funcionar. Podemos descargar Linux Mint a través del siguiente enlace.