Te decimos esto porque a pesar de los esfuerzos de los desarrolladores de estos antivirus que os comentamos, no son efectivos siempre. Esto es algo que se hace extensible tanto al programa que Microsoft pone a nuestra disposición en su sistema operativo, Windows Defender, como a todos aquellos que podemos instalar de terceros.
Además de mantener instalado en el equipo un programa de estas características, por seguridad también debemos tomar ciertas precauciones. Esto es algo que se hace especialmente importante cuando nos conectamos a internet. De igual modo os recomendamos mantener actualizada tanto la solución de seguridad como la base de datos de esta en todo momento.
Esto nos asegura una mayor fiabilidad y protección. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones hay determinados comportamientos de estos programas que nos deberían poner en alerta. Y es que disponer de un antivirus que no funcione bien, es incluso más peligroso que no tener ninguno. La razón de todo ello es que nos confiamos respecto a su protección, cuando esta no existe.
A continuación, os queremos mencionar algunos síntomas que nos indicarán que ese antivirus, por la razón que sea, no está funcionando como es debido. Esto quiere decir que deberíamos desinstalarlo y cambiarlo por otro cuanto antes. También tenemos la posibilidad de ponernos en contacto con sus desarrolladores para que nos informen acerca de algún problema por su parte.
-Los puntos negativos que reflejan que tu antivirus no funciona bien
Si partimos de la base que cada vez trabajamos con datos más privados y sensibles en nuestros equipos, la importancia de estos programas es mayor que nunca. Estos bloquean la llegada de todo tipo de códigos maliciosos y ataques provenientes del exterior. Veamos algunos de estos síntomas que nos harán ver que el antivirus tiene fallos.
- Comete fallos al detectar malware: ya hemos dicho que estos antivirus no son fiables al 100%, pero eso no quiere decir que los errores al detectar códigos maliciosos sean constantes. De hecho, lo raro es que estos programas cometan errores si los tenemos debidamente actualizados. Por tanto, si detectamos que determinados códigos maliciosos no los detecta nuestro software de seguridad, es que no funciona.
- Los falsos positivos se multiplican: lo mismo sucede con los falsos positivos si estos empiezan a repetirse. Con falsos positivos nos referimos a ficheros completamente legítimos que se confunden con determinados tipos de códigos maliciosos. Esto puede convertirse en un serio inconveniente si se repite de forma habitual.
- Se producen bloqueos en el análisis del sistema: otro claro síntoma de un malfuncionamiento de nuestra solución de seguridad, son los bloqueos. En concreto estos suelen producirse a la hora de realizar un análisis del sistema operativo y las unidades de disco del PC. Si vemos que el proceso no acaba nunca, es que el antivirus tiene algún tipo de problema interno.
- Pasa mucho tiempo desde la última actualización recibida: estos programas suelen recibir actualizaciones de forma bastante periódica. Esto es algo que se hace especialmente patente en la base de datos interna que contiene todos los tipos de códigos maliciosos actuales. Si vemos que han pasado muchos meses y no recibimos actualizaciones, deberíamos tomar medidas o al menos ponernos en contacto con los desarrolladores del antivirus.