Las fuentes de Bloomberg aseguran que el adaptador que se está probando puede “permitir que los futuros iPhone funcionen con accesorios diseñados para el conector Lightning actual” además del propio salto al conector USB-C. Eso podría significar un adaptador Lightning a USB-C para cosas como escáneres de tarjetas de crédito o unidades flash que se conectan a iPhones existentes.
Unos cambios que de nuevo apuntarían, como pronto, al próximo año. De hecho, el cambio al USB-C supondría una mejora para los iPhone de Apple, con un conectar apenas un poco más grande que el Lightning, pero que ofrece una carga de energía y una transmisión de datos más rápidas.
Sin embargo, mientras que la evolución del micro USB al USB-C parece ya una simple cuestión de tiempo, Apple continúa defendiendo sus cargadores Lightning exclusivos de la marca. Además, más allá de los posibles intereses de Apple, es que más allá del propio ejercicio de unificación de los dispositivos tecnológicos bajo un mismo estándar que busca Europa, principalmente impulsado por la búsqueda de una reducción de desechos electrónicos, la nueva legislación propuesta para el territorio europeo le exigirá un replanteamiento completo de sus puertos.
De hecho, en el caso de que continúe progresando de la manera en que lo hace, Apple pasaría a estar obligada a ofrecer esta compatibilidad con USB-C para poder seguir vendiendo sus teléfonos en el espacio comunitario. Es por eso por lo que, aunque esta nueva legislación aparentemente no entrará en vigencia hasta el próximo 2026, todo apunta a que Apple está buscando un cambio gradual para sus dispositivos, que podría comenzar tan pronto como el próximo año.