En los últimos meses nos han traído varias novedades en la oferta de distribuciones Linux, y algunas de ellas son lo suficientemente prometedoras como para que nos animemos a darles una oportunidad de ser instaladas en nuestros PCs para que comprobemos qué pueden aportarnos.
Estas son nuestras recomendaciones:
-Vanilla OS
Vanilla OS es, sin duda, el gran descubrimiento de 2022 y una de las distribuciones más prometedoras (y ambiciosas) para probar este nuevo año. Podríamos describirlo, en primer lugar, como una versión inmutable de Ubuntu Linux… es decir, que su sistema de ficheros es, en gran porcentaje, de sólo lectura, y las actualizaciones de software puntual no sobrescribe dicho sistema. Así, si algo va mal tras la actualización, ésta puede descartarse y volver automáticamente a la versión original del software (que se presupone estable). Esto genera, eso sí, una estructura de particiones bastante compleja.
Pero Vanilla OS también destaca (y se diferencia de Ubuntu) por otro aspecto totalmente diferente: integra Distrobox en el sistema operativo. Distrobox es una herramienta que nos permite crear contenedores de distros Linux dentro de otras, lo más parecido posible a la experiencia de tener varias distros WSL en nuestro Windows 10/11. De esta forma, podemos instalar y ejecutar apps propias de Alpine, Arch, Fedora o Ubuntu, todo sin salir de Vanilla OS.
Sumemos a eso que la distribución que nos ocupa es compatible con los 3 sistemas de empaquetado de aplicaciones multidistribución más conocidos (Snap, Flatpak y AppImage) y el resultado es un catálogo de aplicaciones infinito a nuestra disposición. Eso sí, el gestor de paquetes propio de Vanilla OS no es el histórico APT de Debian y Ubuntu, sino uno propio llamado Apx.
Un último aspecto relevante de esta distribución: aunque el entorno de escritorio es GNOME, igual que en Ubuntu Linux, en Vanilla OS éste carece de todas las personalizaciones y complementos característicos de Ubuntu, por lo que su aspecto post-instalación es más parecida al de distros como Fedora.
-Nobara Project
Nobara Project es una distro tan reciente que, de hecho, ha sido lanzada ya en el presente 2023. Se trata de una «versión modificada de Fedora Linux con correcciones añadidas para hacerlo fácil de usar», según reza su propia web. Dehan muy claro, sin embargo, que no se trata de un spin (‘sabor’ oficial) de Fedora, sino de un proyecto independiente.
Nobara está dirigido al ‘típico usuario de apuntar y hacer clic’ que, a la hora de enfrentarse a Fedora, «puede tener problemas a la hora de hacer que funcionen muchas cosas más allá del navegador básico y las herramientas ofimáticas. […] Queremos evitar que el usuario básico tenga que abrir la terminal».
Los desarrolladores de Nobara creen que Fedora es un buen sistema operativo para estaciones de trabajo, pero que resulta escaso de herramientas de terceros y éstas resultan difíciles de instalar. Para ello, Nobara facilita la instalación de herramientas como Wine, Steam, Lutris, códecs multimedia, controladores NVIDIA y OBS Studio; además, habilita por defecto repositorios como Flathub y RPM Fusion.
Cuenta con tres ediciones: Oficial (Entorno de escritorio GNOME personalizado), GNOME (Entorno GNOME estándar) y KDE.
- También puedes echar un vistazo a RisiOS: otra distro reciente que busca ofrecer una ‘Fedora fácil de usar’.
-Kumander Linux
El nombre de Kumander Linux rinde homenaje a las computadoras Commodore, pero no es en ellas en quien busca inspiración, sino en Windows 7. De hecho, un primer vistazo rápido al escritorio de esta distribución Linux puede hacernos pensar que estamos ante la exitosa (aunque forzosamente jubilada) versión del sistema operativo de Microsoft.
Es totalmente intencionado: su objetivo declarado es el de «resultar excepcionalmente fácil de usar para aquellas personas que vienen de Windows». Bueno, eso y «traer de vuelta los iconos coloridos y los fondos bonitos a PCs y portátiles». Para ello, esta distribución se basa en la versión 11 de Debian Linux y en un entorno de escritorio XFCE (muy) modificado.
Técnicamente, esta distribución ni siquiera se ha lanzado aún (lo que está disponible es la ‘release candidate’), pero se espera el lanzamiento de su primera versión estable a lo largo de este año.
-Exodia OS
En 2022 hemos vivido un auge descomunal de las distribuciones basadas en Arch Linux, aunque lo cierto es que la mayoría de ellas aportan poco o nada que no tengan la propia Arch o sus derivadas más populares, como Manjaro. Exodia OS es una de las excepciones, pues trae de serie un entorno de escritorio ultraligero y ultrapersonalizado (basado en el minoritario gestor de ventanas BSPWM y en los widgets EWW) y se centra en ofrecer aplicaciones para expertos en el campo de la ciberseguridad (específicamente del ‘pentesting’).
¡Su shell predeterminado es ZSH, aunque también incluye preinstalado el Microsoft Powershell preconfigurado con Oh My Posh! Como curiosidad, ofrece una versión específica para los portátiles Acer Predator.
También puedes echar un vistazo a XeroLinux: si no eres experto en ciberseguridad, pero sí quieres una distribución basada en Arch que destaque por su apartado visual, tienes que probar esta creación de TechXero.