Son programas que cubren las necesidades que la mayoría de los usuarios tienen a la hora de llevar a cabo trabajos ofimáticos. No en vano encontramos un potente editor de textos, una aplicación para diseñar hojas de cálculo, otra para realizar presentaciones multimedia, un gestor de correo, cliente de almacenamiento en la nube, etc. Precisamente por todo ello y gracias a que sus formatos de ficheros nativos están tan extendidos, son de los programas más conocidos que hay.
Como no podía ser de otro modo la firma responsable de toda la suite, Microsoft, se encarga de enviar constantes actualizaciones para mejorar el funcionamiento de estas aplicaciones. De hecho, las mismas llevan una buena cantidad de años entre nosotros, por lo que experiencia no falta. Sin embargo, nos podemos encontrar con algunos problemas puntuales a la hora de ejecutar estas soluciones software de las que os hablamos. Uno de los más habituales es notar un elevado consumo de CPU del equipo al ejecutar Word, PowerPoint o Excel.
Ya os podréis imaginar que por muy potentes que sean estas aplicaciones, por regla general en los equipos actuales esto no debería suceder. De hecho, este problema podría afectar negativamente al resto de programas en ejecución, incluso el funcionamiento del sistema operativo. Hay varias razones por las que se puede dar este inconveniente en Office, por lo que vamos a hacer mención algunas de las más habituales.
-Office consume demasiada CPU sin razón aparente
Tal y como os comentamos, este es un problema que puede venir dado por varios motivos. Por un lado, merece la pena destacar que el archivo que vamos a abrir es de gran tamaño. Generalmente los ficheros ofimáticos suelen estar compuestos por textos, números y alguna que otra imagen. Pero en ocasiones nos encontramos algunos de estos repletos de gráficas, fotos o incluso vídeos, lo que aumenta su tamaño de manera considerable. Por tanto, al intentar ejecutarlos en estos programas de Office, el uso de CPU se puede disparar. Esto es algo que se hace especialmente patente si disponemos de un equipo antiguo o un tanto limitado.
Por otro lado, también deberíamos echar un vistazo al Administrador de tareas de Windows. En ocasiones algunos procesos pertenecientes a sesiones anteriores con programas de Office han quedado abiertos. Esto se traduce en que, al intentar ejecutarlos de nuevo, sube el consumo de CPU, pero el programa no termina de abrirse. En este caso no tenemos más que finalizar esos procesos abiertos pulsando sobre los mismos con el botón derecho del ratón. Esto es algo que debemos llevar a cabo con cada uno de los que vemos en pantalla.
Otra la posible razón que deberíamos tener igualmente presente es la posibilidad de que se hay que producir algún error en la suite. Por tanto, os recomendamos echar mano de la función para solucionar problemas que nos propone la propia Microsoft. Para ello basta con que abramos la aplicación Configuración de Windows, pinchemos en el apartado de Aplicaciones y busquemos la entrada correspondiente a Office. Tras pinchar en el botón de Modificar ya podremos reparar los posibles problemas de estos programas.