Mantenerse en una versión de un sistema operativo sin soporte no es una opción. Sea Windows, Linux, Mac o cualquier otro por más seguro que sea. No se trata solo de que un sistema operativo no mantenido no puede estar al día con la aparición de nuevo hardware o servicios. También hay un problema de seguridad.
Por supuesto que, si no vas a conectar tu equipo a nada, puedes seguir con Windows 95 si te hace feliz. Pero, si vas a usar Internet o conectar un dispositivo USB, puede ser una mala idea.
Desarrollar un sistema operativo implica escribir millones de líneas de código. Por ahora quienes las escriben son seres humanos que cometen errores, tienen problemas personales, odian a su jefe, son incompetentes o simplemente código que parecía bueno en el papel no funciona en el ordenador.
Las empresas testean de manera exhaustiva sus sistemas operativos antes de largarlos al mercado. Sin embargo, tienen que funcionar en millones de combinaciones de hardware y es imposible probarlas todas. Esto hace que muchos problemas se corrijan con el tiempo a través de actualizaciones.
Existen 3 tipos de actualizaciones
- Mejoras: Aumentan el rendimiento o implementan nuevas características. Algunos ejemplos son el soporte a pendrives en Windows XP o el cambio de Internet Explorer 11 por Edge en Windows 10.
- Corrección de errores: Como dije antes, a veces los programadores meten la pata y, cuando se dan cuenta (Generalmente mediante los reportes de usuarios) liberan actualizaciones que los corrigen.
- Solución de riesgos de seguridad: Esto no califica necesariamente como un error. Si alguien (Como un delincuente informático, un investigador de seguridad informática o una empresa vendedora de antivirus) se pasa las 24 horas del día los 365 días del año buscando vulnerabilidades, las va a encontrar. Cierto que algunas son más complicadas de explotar que h po necesitas buscar en la Dark Web para utilizarlas. Los desarrolladores de sistemas operativos sacan parches para todas.
Por supuesto que instalar los dos primeros tipos de actualizaciones o no son decisión tuya. Pero, una red es tan fuerte como el más débil de sus eslabones y, en un mundo interconectado tu irresponsabilidad nos puede afectar a los demás.
-Linux y las actualizaciones
Es posible que las distribuciones Linux no estén tan al día con las novedades de hardware como Windows o Mac. Todos los fabricantes tratan de que sus productos sean compatibles con el sistema operativo de Microsoft y, Apple fabrica su propio hardware. Sin embargo, en materia de seguridad es imbatible.
Las razones son:
- Licencias libres: El código fuente está disponible y cualquiera puede analizarlo.
- Arquitectura: Las distribuciones Linux están construidas de forma que se necesitan permisos para acceder a las partes clave del sistema.
- Repositorios oficiales: Gran parte de los programas qu mee puedes llegar a necesitar se pueden descargar desde servidores mantenidos por los propios responsables de la distribución.
- Actualizaciones frecuentes: Existen dos tipos de distribuciones Linux. Las que sacan versiones cada cierto tiempo y las que envían actualizaciones sin límite de tiempo. Las primeras reciben actualizaciones por períodos que van desde algunos meses hasta 5 años mientras que las segundas lo recibirán siempre que el proyecto continúe y no la desinstales. De todas formas, en el primer caso es muy fácil pasar de una versión a la siguiente.
- Compatibilidad con hardware antiguo: Cada cierto tiempo Microsoft y Apple toman decisiones que vuelven inutilizable hardware perfectamente funcional. Las distribuciones Linux permiten que esos ordenadores continúen funcionando sin riesgos.
En el próximo artículo veremos cómo planificar el paso de Windows 10 a Linux para tener funcionando nuestro ordenador en el menor tiempo posible.