Sin embargo, estas aplicaciones que os comentamos no siempre son las más adecuadas para lograr estos fines que os comentamos. De hecho, la enorme cantidad de títulos relacionados con este tipo de tareas, tanto gratuitos como de pago, en ocasiones pueden resultar un poco confusos. En un principio y de manera predeterminada nos prometen optimizar el sistema y mejorar su velocidad de funcionamiento.
Pero una vez que hemos caído en sus redes, poco después nos damos cuenta de que esas promesas al final no se han cumplido. Es más, en ciertas ocasiones estos supuestos optimizadores y limpiadores de Windows lo que hacen realmente es dañar nuestro equipo de un modo u otro. Es por todo ello por lo que a continuación os hablaremos de algunas de las principales en razones por las que no deberíais fiaros ni utilizar este tipo de herramientas software.
-Muchas funciones no hacen nada
Este tipo de aplicaciones de limpieza y optimización de Windows en muchas ocasiones ni aceleran el equipo ni aumentan su rendimiento. Cierto es que estas promesas son muy atractivas para buena parte de los usuarios, pero en realidad lo que terminan haciendo es vaciar la papelera y eliminando los archivos temporales o ciertos ficheros de Internet. Esta información lo que hace es ocupar un pequeño espacio de disco, pero no afectan en absoluto al rendimiento general de Windows.
-Windows ya tiene sus propias funciones de optimización
A lo largo de los años y con la llegada de nuevas versiones del sistema operativo de Microsoft, su funcionalidad ha aumentado de manera exponencial. En estos instantes ya podemos encontrar ciertas herramientas que se encargan de solucionar por sí mismas los problemas encontrados en Windows. Además de manera paralela podemos echar mano de multitud de funciones que también se encargan del mantenimiento del PC, todo ello sin necesidad de software de terceros.
Entre las más destacadas os podemos mencionar la herramienta para desfragmentar las unidades de disco, otra para eliminar los contenidos innecesarios, las herramientas administrativas, y más.
-Un problema para el antivirus
Igualmente debemos tener en consideración que algunas de estas herramientas de optimización y limpieza empiezan a dar problemas desde el primer minuto. Y es que el antivirus que tenemos instalado en nuestro ordenador puede empezar a detectar este software como un código malicioso desde el primer momento. De hecho, se han detectado multitud de soluciones de estas características que incluyen su propio malware oculto, de ahí que el antivirus nos avise.
-No todos los programas son de fiar
También debemos tener en consideración que uno de los mayores peligros de utilizar herramientas de limpieza es que no todas son de fiar. Hay atacantes que se aprovechan de la confianza de los usuarios menos experimentados e incluyen códigos maliciosos en sus proyectos.
Sirva como ejemplo que en multitud de ocasiones nos hemos encontrado con aplicaciones de este tipo que llegan acompañadas de ransomware para secuestrar el sistema y exigir una recompensa para desbloquear tus archivos.
-Más que ayudar, perjudican a Windows
Sin duda la descarga e instalación de estos programas se lleva a cabo para mejorar el rendimiento general del sistema. Sin embargo, en ciertas ocasiones hacen más mal que bien cuando las ponemos en funcionamiento. Por ejemplo, hay herramientas de este tipo que hacen cambios en el registro en principio para limpiarlo pero que finalmente terminan dañándolo.
Asimismo, muchas de estas soluciones incluyen otros programas adicionales en su instalación que al final terminan siendo perjudiciales para el sistema de Microsoft. Hablamos de aplicaciones que no esperábamos y que se encargan de lanzar anuncios publicitarios y se están ejecutando constantemente en segundo plano.