
Investigadores han identificado una vulnerabilidad crítica en el controlador de audio USB del sistema operativo Linux, la cual permitía el acceso a regiones de memoria que, por diseño, no deberían estar disponibles para el usuario. Aunque este fallo de seguridad ya ha sido corregido mediante la implementación de un parche, durante el tiempo en que permaneció activo representó un riesgo significativo para los sistemas vulnerables.
El defecto podía ser explotado mediante la conexión de dispositivos USB modificados intencionalmente, lo que abría la posibilidad de escalar privilegios dentro del sistema, manipular datos sensibles o incluso ejecutar software malicioso sin autorización. La naturaleza del problema radicaba en la falta de verificación del campo denominado bLength dentro del descriptor enviado por el dispositivo USB. Este campo indica el tamaño real del descriptor, y al no ser validado correctamente por el controlador, era posible declarar un tamaño falso que resultaba en la lectura de áreas de memoria fuera de los límites permitidos.
La explotación de esta vulnerabilidad podría haber provocado, en los casos más severos, la filtración de información confidencial del sistema o el bloqueo total del dispositivo afectado al intentar acceder a direcciones de memoria inválidas. En escenarios aún más peligrosos, esta falla podría haberse combinado con otras vulnerabilidades para permitir la ejecución de código arbitrario o la obtención de privilegios de administrador.
El parche correctivo fue publicado el 14 de diciembre y aplicado por Greg Kroah-Hartman, desarrollador principal de la Fundación Linux. Esta actualización no solo resuelve la vulnerabilidad mencionada, sino que también contribuye a reforzar la seguridad y estabilidad del sistema en lo relativo al uso de dispositivos de audio USB. Además, como parte de la solución, se mejoró la validación de descriptores complejos, como aquellos asociados a la selección de reloj, con el objetivo de evitar futuras incidencias similares.
Actualmente, la corrección ya se encuentra incorporada en las versiones estables del núcleo de Linux, por lo que está disponible para la mayoría de las distribuciones activamente mantenidas, reforzando así la protección general del ecosistema.