Servicios como Chatroulette y Omegle fueron los máximos exponentes del chat con vídeo aleatorio. Pero claro, surgieron en una época en la que aún no éramos del todo conscientes de los problemas de seguridad y privacidad que podían generar este tipo de sitios web. Ahora, 14 años después de su lanzamiento, Omegle dice adiós a través de una carta de despedida de su propio creador.
Las dificultades a las que se ha estado enfrentando Leif K-Brooks, creador de Omegle, han provocado que la web nos diga adiós de forma definitiva. «no es sostenible, ni financiera ni psicológicamente,» afirmaba Brooks en este comunicado. Y es que, tras continuas demandas y solicitudes de cierre, Omegle se despide.
-Una despedida tras múltiples demandas y presión
Si no conocías este servicio web, básicamente se trataba de un chat de vídeo y voz en el que se te asignaba una persona aleatoria que estuviese conectada en ese mismo momento, impulsando una manera atrevida y rápida de conocer a gente de todo el mundo. Si bien la teoría parece inofensiva, lo cierto es que la propia naturaleza del servicio ya es problemática. Y es que, según muchos denunciantes, no era extraño encontrar perfiles de abusadores sexuales en la web.
Chatear con extraños mediante videollamada es algo que a día de hoy a poca gente se le pasaría por la cabeza. Al menos no de la manera que lo hacían las webs mencionadas. Sin embargo, las cifras indicaban todo lo contrario. Y es que según datos de Semrush, durante el inicio de 2023 la web recibía más de 70 millones de visitas.
Omegle además se podía usar si tu edad supera los 13 años, lo que permitía que las interacciones entre adultos y menores fueran posibles. De hecho, en febrero de 2023 conocíamos la historia de una joven alegando que a sus 11 años de edad sufrió abusos a través de dicha aplicación, una demanda anónima que se viralizó por medio de la BBC.
A día de hoy, Omegle estaba involucrada en más de 50 supuestos casos relacionados con pedofilia. Al acumulársele los problemas, Brooks ha querido dar punto y final al servicio con una carta de despedida en la que decía lo siguiente:
«Lancé Omegle cuando tenía 18 años y todavía vivía con mis padres. Estaba destinado a aprovechar las cosas que amaba de Internet, al mismo tiempo que introducía una forma de espontaneidad social que sentía que no existía en ningún otro lugar. Si Internet es una manifestación de la “aldea global”, Omegle estaba destinado a ser una forma de pasear por una calle de esa aldea y entablar conversaciones con las personas con las que te topabas en el camino.»
Si bien Brooks afirmaba que han sido muchos los usuarios que han utilizado Omegle con buenas intenciones, no niega el hecho de sus “aspectos negativos”. De hecho, llegó a implementar una IA para moderar el contenido de la plataforma, una solución que parece no haber sido suficientemente efectiva.
«Desafortunadamente, lo correcto no siempre prevalece. Por mucho que desearía que las circunstancias fueran diferentes, el estrés y los gastos de esta lucha (junto con el estrés y los gastos existentes de operar Omegle y luchar contra su mal uso) son simplemente demasiado. Operar Omegle ya no es sostenible, ni financiera ni psicológicamente. Francamente, no quiero tener un ataque al corazón cuando tenga 30 años.»
Tal y como se menciona en el comunicado, Omegle dice adiós de manera permanente, un servicio que llevaba en activo desde 2009. Eso sí, para suerte y desgracia de muchos, no era la única plataforma que ofrece este tipo de servicios, aunque puede que tras este hecho también tengan los días contados, al menos para el público general.