Microsoft trabaja para la implementación de los efectos de escritorio para Windows 11 con IA

Lo último, efectos de escritorio para Windows 11 creados utilizando esta tecnología. Eso sí, por el momento se trata de una iniciativa en ciernes que ni siquiera está claro que llegue a materializarse. Pero cuando el río suena.

Y es que el río de la inteligencia artificial aplicada a la tecnología de consumo lleva sonando tiempo ya, con el gigante del software como uno de sus más férreos valedores de unas fechas a esta parte. No es solo ChatGPT en Bing: la compañía ha soltado una millonada a OpenAI, la firma bajo la que se desarrolla ChatGPT, para integrarlo en todo lo que se deje. Literalmente: Bing, pero también Office, Windows, Azure… El cielo es el límite, se podría decir.

Sin embargo, esta noticia es de un cariz diferente, pues no se trata de implementar un asistente -al final casi todas las soluciones basadas en IA que está desplegando Microsoft se describen a grandes rasgos en esos términos-, sino de dotar al escritorio de Windows de una suerte de efectos avanzados basados en inteligencia artificial, sí. O eso es lo que afirman haber descubierto en una de las últimas compilaciones de desarrollo del sistema.

Según se cuenta, usuarios curiosos habrían encontrado referencias tales como ‘Depth Effects’, ‘Parallax Background’ o ‘Wallpaper Motion’; o lo que es lo mismo, referencias a efectos de profundidad y animación del escritorio, atendiendo a los nombres, similares en cierta medida a los que se puede ver en los teléfonos móviles. De hecho, ya hay muestras de ello en Windows 11, donde hay ejemplos del efecto Parallax, ese que reacciona al movimiento del dispositivo.

De momento, eso sí, se trata únicamente de menciones que nadie ha podido probar por ahora y que, muy probablemente, poco alcance tengan para el común de los usuarios del sistema operativo de Microsoft en el corto e incluso medio plazo, y es que aun cuando pasen a ser características del escritorio,ya se advierte que no estarán disponibles para todo el mundo… por razones puramente técnicas: la vieja arquitectura x86 no está preparada para semejantes alardes.

Sea como fuere, esta es otra pista más de hacia dónde están dirigiendo los de Redmond su mirada: ayer mismos nos explayábamos con un Windows 12 que podría ser inteligente y si bien todo suena interesante, también resulta un poco excesivo. A este paso, más pronto que tarde veremos aparecer un WinAI y se acabó lo que se daba. O tal vez, como está sucediendo con el Metaverso, está todo mucho más crudo de lo que parece.