El gigante de Redmond está convencido de que será capaz de conseguir una mejora muy importante de rendimiento en Windows 11, y la clave detrás de esto está en las aplicaciones basadas en Windows App SDK, un set de herramientas que sirve de puente entre las aplicaciones Win32 y UWP (Universal Windows Platform).
Estoy seguro de que muchos de nuestros lectores recordarán que en su momento UWP era considerado por Microsoft como el futuro de Windows, como lo mejor para las aplicaciones, pero al final el gigante de Redmond se acabó dando cuenta de que no podía luchar contra Win32, y no tuvo más remedio que reconocer ‘su derrota’.
Con Windows App SDK lo que Microsoft ha intentado es unir ambos mundos, y dar la oportunidad a los desarrolladores de que utilicen su marco de trabajo favorito sin tener que renunciar al uso de APIs modernas. Según Microsoft las aplicaciones desarrolladas utilizando este kit pueden cargar hasta un 50% más rápido.
El secreto para que todas las aplicaciones desarrolladas con Windows App SDK carguen mucho más rápido está en el soporte de AOT nativo, siglas en inglés de ‘Ahead of Time’ (AoT), que se refiere a compilación ‘antes de tiempo’. Los desarrolladores pueden implementarlo en sus aplicaciones para conseguir esa mejora de rendimiento.
Microsoft ha confirmado también que las optimizaciones que ofrece este nuevo kit de desarrollo permiten reducir el tamaño de los paquetes de instalación de las aplicaciones hasta en 8 veces, y también puede contribuir a reducir el consumo de memoria.
Las aplicaciones desarrolladas con Windows App SDK 1.6 y superior con AoT implementado de forma nativa van a marcar un salto importante de rendimiento en Windows 11, y con esto mejorará también la experiencia de uso de dicho sistema operativo, que es conocido por tener tiempos de lanzamiento de aplicaciones básicas demasiado lentos. Por ejemplo, la aplicación ‘Fotos’ puede tardar varios segundos en iniciarse incluso en un PC tope de gama.
Para resolver este problema con la aplicación de ‘Fotos’ en Microsoft llegaron a la conclusión de que era buena idea dejarla abierta en segundo plano. Sí, esto debería funcionar, pero como habréis podido imaginar supone consumir una pequeña cantidad de memoria RAM para poder dejarla en segundo plano. Un proceso de revisión y optimización a través del Windows App SDK 1.6 sería una solución mucho mejor, aunque requeriría de un mayor esfuerzo. Los tiempos de inicio de las aplicaciones son una parte fundamental de la experiencia de uso de cualquier sistema operativo, así que es lógico que Microsoft quiera mejorar este aspecto en Windows 11. Sobre el papel pinta bien, pero veremos en qué queda en la práctica.