ChatGPT es uno de los productos tecnológicos que más está destacando durante los últimos meses. Algunas empresas se interesan por integrarlo en sus productos y servicios, como te contábamos hace unos días sobre Microsoft con Bing, mientras que otras se ven obligadas a pisar el acelerador en lo referido a sus propios desarrollos de inteligencia artificial, como hemos sabido que está ocurriendo en Google.
Otras IAs, como DALL-E 2 han llamado mucho la atención del gran público, e incluso suscitado debates tan interesantes como si la creación de las mismas puede o no puede considerarse arte, pero por alguna razón, y pese a que ya existían precedentes como GPT 3, ha sido este bot, la creación más reciente de Open AI, el que ha supuesto un revulsivo para buena parte de la industria, que ahora se está planteando todas las posibilidades que plantea la integración de una IA en sus productos y servicios.
Tal es, sin duda, el caso de los de Redmond ya que, si hace unos días te hablábamos de sus planes con respecto a Bing, hoy sabemos por The Information que Microsoft está probando la integración de ChatGPT en algunas de las aplicaciones de Officr perdón, de Microsoft 365 (ya aclaré que es un cambio de nombre que me parece correcto, pero seguramente todos seguiremos empleando la denominación Office durante algún tiempo).
La primera de las pruebas con ChatGPT tiene tanta lógica que, seguro que ya se te ha pasado por la cabeza, y es que la intención de Microsoft es emplear esta tecnología para mejorar la función de autocompletado en Microsoft Word. En este punto, el procesador de texto de Google resulta bastante eficiente en la actualidad, tanto que algunas veces incluso sorprende, pero si Microsoft logra implementar adecuadamente las funciones de ChatGPT en esta función, el resultado puede resultar espectacular.
Pero no queda ahí la cosa, Microsoft también habría estado probando ChatGPT en Outlook para mejorar sustancialmente su función de búsqueda, además de permitir realizar las mismas con comandos de voz, que el asistente sería capaz de interpretar y contextualizar, así como para ofrecer propuestas de respuesta a los correos electrónicos que recibamos.
Antes de que estos usos se materialicen es fundamental, eso sí, que los responsables de ChatGPT sean capaces de solucionar los problemas de esta IA, especialmente su predisposición a inventarse las respuestas cuando no conoce la respuesta correcta. Ya pudimos comprobarlo aquí, y este es un escollo importante. No obstante, y más si tenemos en cuenta que Microsoft tiene una participación en Open AI, podemos dar por sentado que deben estar trabajando en ello.