Microsoft ha estado ocupado esta semana con sus eventos otoñales y a la presentación de la nueva generación de dispositivos Surface ha seguido la conferencia Ignite de marcado carácter empresarial y cuyas principales novedades han publicado nuestros compañeros de MCPRO. Otras como el cambio de nombre de Office 365 a Microsoft 365 estaba cantado y ayer mismo te hablamos de ello.
-¿Revolución o mantener el ecosistema?
Microsoft tiene pendiente una revolución en sistemas operativos para dejar atrás una buena parte de componentes legado que incluye, algunos derivados de Windows 95, nada menos. El problema para dar el paso lo conoces, soportar a la vez el enorme ecosistema de Windows en hardware y software. No parece ser posible (por el momento) ese Windows Core OS del que llevamos años hablando, ni tampoco fulminar las aplicaciones Win32 usando tecnologías de virtualización mediante «contenedores» como en su día planteó. Nos tocará esperar.
¿Y mientras tanto? Cuando Microsoft lanzó Windows 10 aseguró que sería ‘su último sistema operativo’ en referencia a que no serían necesarios otros, ya que la actualización continua a modo de ‘rolling release’ permitiría mantenerlo siempre actualizado. La compañía no ha podido sostener este modelo y de dos actualizaciones anuales pasó a una y finalmente lanzó Windows 11.
Ahora Microsoft piensa en un nuevo cronograma de ingeniería para Windows que haría que la compañía retomase un ciclo de lanzamiento de tres años para las versiones mayores. O lo que es lo mismo, un nuevo Windows cada tres años. Este ciclo no es nuevo y ya se utilizó en Windows 7 o Vista. Al mismo tiempo, para mantener mejor actualizada la última versión publicada, Microsoft aumentaría el lanzamiento de nuevas funciones con cuatro entregas anuales. Este programa de ingeniería se llama internamente ‘Momentos’.
-Windows 12
Si todo lo anterior se confirma, Windows 11 recibiría la última actualización mayor con la versión ‘Sun Valley 3’ en 2023 y en 2024 llegaría Windows 12. La versión se encuentra en las primeras etapas de planificación e ingeniería y lleva por nombre en clave ‘Next Valley’.
Un primer esbozo del mismo, a modo de pantallazo, ha aparecido en la conferencia Ignite y muestra cambios en la interfaz de usuario con una nueva barra de tareas flotante en la parte inferior, iconos del sistema en la parte superior derecha, un cuadro de búsqueda flotante en la parte superior central y el widget del clima en la parte superior izquierda.
La imagen es de baja resolución, pero con esa idea en Windows Central han creado otra donde se ven mejor estos elementos.
Hay que decir que Microsoft planea una renovación más amplia de la interfaz de usuario, incluyendo una nueva pantalla de bloqueo/inicio de sesión, centro de notificaciones y más. La idea general es lograr, por fin, una interfaz definitiva para escalar a cualquier dispositivo, mejor optimizada para pantallas táctiles, pero sin disminuir la experiencia para los millones de usuarios que usamos Windows con teclado y ratón.
Hay que recordar que Microsoft se ‘pasó de frenada’ en el soporte a pantallas táctiles en Windows 8 provocando un cisma con el escritorio. Windows 10, por contra, fue al contrario, mientras que Windows 11 es una mezcla (bastante incongruente por cierto) de todo ello. Windows 12 debería conseguir ese equilibrio y funcionar de la misma manera en cualquier factor de forma, incluidos los dispositivos plegables. Y quizá volver a soportar teléfonos móviles.
Tendremos que esperar. La «revolución» pendiente no ha llegado con Windows 11 y tampoco lo hará con Windows 12. Casi nos conformamos con una mayor estabilidad, entrega de actualizaciones sin errores y que Microsoft termine de entregar lo prometido para el inacabado Windows 11.