Excel es una de las aplicaciones de ofimática más importantes y más utilizadas de Microsoft, aunque también es una de las que más quebraderos de cabeza ha dado a sus usuarios durante todos los años que lleva entre nosotros. Su valor es difícil de calcular, porque la base de muchas empresas depende de esta herramienta, y también giran a su alrededor muchos trabajos.
No es un secreto que Microsoft ha venido apostando con fuerza por la IA, y dicha tecnología se ha ido aplicando de manera progresiva a su ecosistema de software, que incluye tanto los sistemas operativos Windows como sus principales aplicaciones y herramientas. Excel será otra de las que abrazará de lleno a la IA, gracias al nuevo framework (marco de trabajo) SpreadsheetLLM.
Dicho framework utiliza modelos grandes de lenguaje para analizar e interpretar los datos de una hoja de cálculo, y está diseñada para superar los desafíos que normalmente afrontan este tipo de modelos cuando tienen que trabajar con ese tipo de documentos, incluyendo aspectos como la variedad de formatos, las plantillas flexibles y las cuadrículas bidimensionales. Lo consigue a través de la serialización de los datos y la incorporación de direcciones de celda, valores y formatos en un mismo flujo de datos.
SpreadsheetLLM viene también con una herramienta que puede comprimir las hojas de cálculo para facilitar su interpretación, y que consta de un total de tres módulos diferentes que realizan un trabajo concreto y perfectamente planificado:
- Un módulo analiza la estructura de la hoja de cálculo y descarta el contenido que no esté en las tablas.
- El segundo traduce los datos para convertirlos en una representación mucho más eficiente.
- El tercer módulo es el que se ocupa del proceso de agregación de todos los datos de la hoja de cálculo.
Este gran modelo de lenguaje funciona, aunque tiene algunas limitaciones ya que no es capaz de diferenciar el color utilizado en las celdas, lo que en muchos casos supone ignorar una importante fuente de información que puede servir como elemento diferenciador. También carece de capacidad de compresión semántica para las celdas que contienen lenguaje natural.
A pesar de esas carencias parece que es bastante efectivo y es claramente superior a otras soluciones como GPT-4, al que supera en un 25,6%, y también reduce la cantidad de tokens necesarios para codificar hojas de cálculo en un 96%, lo que se traduce en un menor consumo de recursos y en un coste computacional inferior.
Muchos temen que la llegada de la IA a Microsoft Office, y en este caso a Excel, podría acabar con una gran cantidad de puestos de trabajo. De momento no parece que vaya a ser el caso, ya que ahora mismo un experto en dicha herramienta que conozca sus funciones clave sigue siendo un perfil muy buscado, y debería ser superior a esa IA, pero puede que a largo plazo nos encontremos con escenarios donde esta tecnología acabe comiendo terreno al trabajador humano.