Los retrasos en la aplicación del oneroso Manifest V3, la nueva versión de las «condiciones» bajo las que se regirán las extensiones de Chromium y navegadores derivados, léase prácticamente todos excepto Firefox, aunque incluso este lo adoptará en parte, siguen sucediéndose y Microsoft Edge ha confirmado que hará lo propio, siguiendo el ejemplo de Chrome.
Hablábamos ayer que el navegador de Microsoft a razón de su retirada del soporte para Windows 7, 8 y 8.1, algo por otro lado cantado y en lo que también seguirá la postura marcada por el rey del segmento, Chrome, y aquí sucede otro tanto de lo mismo, aunque la situación de fondo es muy distinta.
Como recordamos de vez en cuando, Manifest V3 se compone de un conjunto de nuevas API diseñadas para mejorar las prestaciones del navegador, aunque no sucederá así en todos los casos. Una de esas API será la encargada de limitar el acceso de las extensiones a recursos del navegador, como por ejemplo el número de reglas que se pueden aplicar en cada extensión, entre otros cambios.
El principal efecto de la nueva especificación y el motivo por el que está rodeada por la polémica desde su propuesta, es el capado de las extensiones bloqueadoras de publicidad, que Google -principal responsable del desarrollo de Chromium y la compañía que más publicidad y, por lo tanto, más intereses tiene en la Web- desmienta y trata como efecto secundario no buscado.
La cuestión es que los cambios que trae Manifest V3 son beneficiosos en su mayoría, al punto de que Firefox los adoptará, sin afectar al uso de bloqueadores de anuncios. Claro que Firefox se lo puede permitir. Los que no parecen poder permitirse el elegir son los derivados de Chromium, ya que no es un mero retoque en el código, sino una característica intrincada en la misma base del navegador.
Así, el único de los navegadores derivados de Chromium que no se verá afectado por el cambio de marras es Brave, si bien tampoco está en la disposición, al menos de momento, para asegurar que las extensiones de la Chrome Store, desarrolladas por millones de usuarios en todo el mundo, seguirán funcionando como hasta ahora.
Y justo el aspecto más delicado, como es la limitación en extensiones de tipo adblock, no tiene demasiado sentido, habida cuenta de que el sistema antirastreo y publicidad de Brave está integrado en el navegador y es el más potente de los disponibles. Lo supera y no en todo, la popular uBlock.
Volviendo con la noticia que nos ocupa y a tenor de la decisión tomada por Google, que no es la primera vez que la toma, la son varios los retrasos acumulados con excusas peregrinas tras de sí, pero con una oposición de terceros cada vez mayor, Microsoft Edge hará exactamente lo mismo… porque no tiene otra, cabe añadir.
De hecho, Microsoft Edge es el único de los derivados de Chromium que nunca se ha posicionado en contra de Manifest V3. Con todo, lo de que los ‘adblocks’ dejarán de funcionar en Chromium en 2023 se va a la nevera, al menos hasta 2024