La nueva Microsoft de Satya Nadella no se queda dormida en los laureles y, literalmente, va a por todas. La empresa, que es un peso pesado en el sector de la computación en la nube con Azure y está revitalizando sus propuestas de búsqueda y ofimática con inteligencia artificial, ha decidido apostar con fuerza por la industria de los videojuegos.
Microsoft no quiere ser una mera espectadora en los cambios que propiciará la Ley de Mercados Digitales (DMA). Para 2024, Apple y Google pueden verse obligadas a permitir el funcionamiento de tiendas de aplicaciones de terceros en sus sistemas operativos móviles (iOS y Android). Ahí, precisamente, es donde quieren entrar los de Redmond.
-Más opciones para descargar juegos
La batalla legal por la compra de Activision Blizzard, otra de las jugadas maestras de Microsoft, nos dejó algunos datos realmente jugosos. Uno de ellos, es que la compañía liderada por Nadella estaba considerando lanzar su propia tienda de juegos móviles. Ahora ha sido el propio Phil Spencer, máximo responsable de Xbox, el que lo ha confirmado.
En una entrevista con Financial Times, el directivo cree que la DMA es una gran oportunidad que no deben dejar pasar. Ese sentido, explica que se encuentran trabajando en una tienda de aplicaciones móviles de podría llegar el año próximo para permitirles ofrecer juegos de Xbox y suscripciones, así como también propuestas de “socios externos”.
Según Spencer, se espera que títulos como ‘Call of Duty Mobile’, ‘Diablo Immortal’ y ‘Candy Crush Saga’ formen parte del catálogo de juegos de la futura tienda de aplicaciones. Esta vía, además, les permitiría eludir las restricciones de la App Store que impiden que el juego en la nube de Game Pass pueda funcionar en dispositivos iOS (aunque hay alternativas).
Para que todo esto se haga realidad, no obstante, deben cumplirse dos requisitos. Por un lado, la compra compra de Activision Blizzard, que ha estado bajo la lupa de diferentes reguladores, deberá concretarse. Además, como está previsto, la Unión Europea tendrá que obligar a Apple y Google a cambiar la forma en la que se distribuyen las aplicaciones en iOS y Android.