El gigante de Redmond tiene preferencia por las cuentas Microsoft, aunque esto no le ha impedido reconocer que las cuentas locales también tienen sus ventajas, un tema que ha vuelto a generar polémica porque la compañía estadounidense ha decidido eliminar la guía en la que explicaba cómo se podía pasar de una cuenta Microsoft a una cuenta local.
Si accedemos a dicha guía veremos que ahora solo está disponible la versión que explica cómo convertir una cuenta local en una cuenta Microsoft. Utilizando la ‘WayBack Machine’ de Internet Archive es posible rescatar una versión anterior de esa guía, en la que sí que se explicaba el proceso para hacer todo lo contrario, es decir, para convertir una cuenta Microsoft en una cuenta local.
Queda claro que Microsoft quiere que todos abandonemos las cuentas locales, y que no le importa tomar medidas cuestionables para ‘incentivar’ el abandono de dichas cuentas. Este movimiento es perjudicial para el usuario, y no le hace ningún favor al gigante de Redmond, porque al final buena parte de los usuarios de Windows no necesitan más que una cuenta local en su día a día.
Por otro lado, ese tipo de cuentas tienen una ventaja muy importante frente a las cuentas Microsoft, y es que pueden funcionar perfectamente de forma online. Esto implica que no necesitan una conexión a Internet y que tampoco se conectan a servicios de terceros, así que funcionan de manera offline y ofrecen un valor importante a nivel de seguridad y de privacidad.
Aunque Microsoft haya eliminado la parte de la guía dedicada a las cuentas locales a día de hoy se pueden utilizar sin problema ambos tipos de cuentas. El problema está en que al eliminar las referencias a las cuentas locales se puede dar la impresión a los usuarios de que este tipo de cuentas están siendo abandonadas, o de que ya no tienen el favor de Microsoft por alguna razón.
Para los usuarios menos expertos esta práctica puede ser suficiente para hacerle pensar que debe cambiarse a una cuenta Microsoft, cuando en realidad lo más seguro es que no tenga la necesidad de hacerlo. Como ya sabrán nuestros lectores habituales ambos tipos de cuentas tienen sus ventajas y sus desventajas, y el uso de una u otra dependerá más de los servicios de Microsoft que vayamos a utilizar que de otra cosa.
Por ejemplo, para alguien que utilice muchos servicios y aplicaciones de Microsoft, y que quiera tenerlos perfectamente sincronizados entre diferentes dispositivos, una cuenta Microsoft sería una buena opción. Sin embargo, para alguien que solo utiliza Windows en un dispositivo, y a lo sumo alguna aplicación o servicio del gigante de Redmond, una cuenta local hará su papel a la perfección.