Shawn Rosemarin, vicepresidente de investigación y desarrollo en Pure Storage, compañía especializada en el almacenamiento de datos en formato flash, ha pronosticado que los discos duros mecánicos dejarán de venderse en 2028. A partir de ese año, según Rosemarin, sólo se podrá adquirir almacenamiento para datos en formato flash.
Para el directivo de Pure Storage hay una razón preponderante para impulsar definitivamente el almacenamiento en formato flash en detrimento de los discos duros mecánicos (HDD): el costo de la electricidad. No es ningún secreto que el precio de la electricidad ha aumentado mucho en los últimos tiempos, sobre todo a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La menor eficiencia energética de los discos duros se traduce en mayores gastos para las empresas, así que estas, según el argumento de Rosemarin, tendrán cada vez menos motivos para seguir apostando por los HDD debido a los mayores costes que acarrean. El directivo ha expuesto datos concretos, como que los centros de datos representan en la actualidad en torno al 3% de todo el gasto energético total, y de ese 3%, un tercio es atribuido al almacenamiento. A pesar del pequeño porcentaje, es importante tener en cuenta que se trata del consumo energético a nivel global, por lo que al final estamos hablando de una cantidad inmensa.
Hoy en día los HDD son el formato de almacenamiento dominante en los centros de datos, por lo que su sustitución por SSD, según Rosemarin, podría repercutir en una reducción del consumo energético de entre el 80 y el 90 por ciento en ese frente. Aparte del tema económico, está el hecho de que hay países que están impulsando cuotas de uso de energía, lo que puede reducir las probabilidades de que los proyectos menos eficientes puedan salir adelante.
Que la eficiencia y el coste de la energía sean la razón preponderante no quiere decir que sea la única, ya que el directivo de Pure Storage también ha mencionado la cada vez mayor densidad de almacenamiento que ofrece la tecnología flash. Aquí las hojas de ruta de los fabricantes de chips NAND indican que la densidad de almacenamiento mejorará significativamente en los próximos años, o al menos ese es el plan que muestran de cara al público.
Los SSD le han ganado mucho terreno a los HDD en los últimos tiempos, tanto en la computación orientada a servidores como en equipos domésticos. En lo que respecta a los equipos domésticos, los SSD se muestran claramente superiores en aspectos como la velocidad, tanto a la hora de leer como escribir, además de ofrecer latencias mucho más bajas. Por otro lado, hasta se puede decir que llegaron tarde debido a que los discos duros, desde hace décadas, se muestran como un cuello de botella bastante molesto, más viendo que los sistemas operativos modernos ejecutan de por sí muchos procesos que pueden requerir de leer en disco.
Poniendo datos a las circunstancias comerciales de ambas tecnologías de almacenamiento de datos, los envíos de HDD han caído en torno a la mitad y las ventas en un tercio comparando con el año anterior. Sin embargo, ninguna empresa de datos a hiperescala ha indicado que vaya a realizar una transición de HDD a almacenamiento en formato flash, y este factor hace que la predicción de Shawn Rosemarin lo tenga bastante difícil para cumplirse.
Otro factor a tener en cuenta es que, si bien el precio por terabyte de los SSD ha mejorado en los últimos tiempos, este todavía es más caro que el de los HDD, así que los usuarios que quieran una gran cantidad de almacenamiento y tengan un límite en su presupuesto tienen muchas probabilidades de optar por una configuración híbrida, en la cual el SSD se encargaría de soportar el sistema operativo y las aplicaciones que ocupan menos y el HDD contendría los datos personales y las aplicaciones que ocupan más.