La próxima versión del kernel de Linux podría estar lista un poco más tarde de lo esperado. Y el motivo radica en un problema de hardware del ordenador de Linus Torvalds, creador y aún principal responsable de este componente., que durante varios días le ha impedido fusionar el código a la velocidad esperada, lo que ha generado un pequeño ‘atasco’ de contribuciones al kernel.
Recordemos que esta próxima versión es la muy esperada 6.1, en la que se añadirá el soporte para escribir módulos para el kernel en el nuevo lenguaje Rust, tras décadas de monopolio de C/C++.
-A la espera de los DIMM de la ECC, WTF
Esto se ha sabido después de que uno de los desarrolladores preguntara a Torvalds en la lista de correo oficial si se le había pasado mirar una determinada aportación al código en Git, a lo que el finés contestó que todavía estaba pendiente de revisión porque
«estoy haciendo fusiones [de código] muy lentamente en mi portátil, mientras espero a que lleguen los nuevos DIMM de memoria ECC».
‘ECC’ significa «Error Correcting Code», y designa un tipo de RAM que detecta y corrige los tipos más comunes de corrupción de datos de la memoria. Es un componente que Torvalds necesita reponer tras experimentar durante los últimos días lo que calificó como
«Cierta inestabilidad en mi escritorio principal [por] corrupción de memoria aleatoria en el espacio de usuario, lo que se traduce en que mis compilaciones ‘allmodconfig’ fallen aleatoriamente con errores internos del compilador».
«Probablemente, dejaré memtest86+ para otra noche [cuando tenga] los nuevos DIMM, porque esta no ha sido la mejor experiencia de la historia. He perdido una buena cantidad de tiempo por echar la culpa a las cosas equivocadas, porque obviamente no podía ser mi hardware el que se estropease de repente».
-La dejadez de Torvalds, las políticas comerciales de Intel
Por supuesto, el desarrollo de Linux no se ha ralentizado sólo porque Torvalds esté esperando a que le lleven a casa un componente que podría comprar en la tienda de su barrio: hay toda una historia al respecto.
Cuando, en 2020, Torvalds se compró por primera vez en 15 años a un nuevo equipo de escritorio no-Intel (un AMD), dejó su sistema «completamente configurado para [meter] ECC», pero en aquel entonces no pudo encontrar ninguna memoria ECC a un «precio cuerdo» por la subida que provocaron las restricciones pandémicas.
«Y luego nunca llegué a arreglarlo, hasta que he tenido que detectar errores de la manera difícil. Detesto completamente esta política demente de la industria y los malos vendedores que han provocado que la memoria de ECC sea tan ‘especial'».