A lo largo de los primeros meses de vida de un bebé, usualmente resulta difícil distinguir sólo por la vista su sexo o edad exacta. Un modelo de aprendizaje automático puso en evidencia que es posible identificar ambos indicadores, el sexo y la edad de un bebé, en base a su temperamento, gracias a la inteligencia artificial.
-El aprendizaje automático para identificar la edad y sexo de un bebé
La propensión de un bebé a mostrar miedo, sonreír o reír puede decir mucho sobre su edad o sexo, ante los “ojos” de la inteligencia artificial.
Así lo demostró un equipo de investigación liderado por profesionales de la Universidad Estatal de Washington y la Universidad de Idaho, Estados Unidos, a través de un estudio en el que fue empleado un modelo de aprendizaje automático para analizar los datos de temperamento en 4.438 bebés, en un intento de clasificar a los bebés por género y edad.
Trabajar con esta cantidad de bebés es una tarea prácticamente inabordable para sólo un laboratorio de investigación. Sin embargo, la obtención de esta muestra fue posible gracias al levantamiento de información confiable desde distintas fuentes científicas, para recopilar datos de comportamiento infantil recopilados entre 2006 y 2019.
Los datos con los que se trabajó en esta investigación provienen de un cuestionario que aplica una escala de medida de temperamento, en la que los padres registraron la frecuencia de 191 comportamientos diferentes que sus hijos de 3 a 12 meses de edad evidenciaron durante una semana. Estos comportamientos se pueden categorizar en 14 dimensiones diferentes del temperamento, como la sonrisa, el nivel de actividad, la ira o frustración y el miedo. En general, la muestra recopila datos de 2.298 niños y 2.093 niñas.
Trabajando con estos antecedentes, fue desarrollado un modelo de IA capaz de utilizar estos indicadores para identificar la edad y sexo de un bebé. Anteriormente, ya se han desarrollado investigaciones que, de manera aislada, indagan la relación entre el temperamento y la edad o el sexo del bebé. Esta investigación, en cambio, es la primera que combina estos elementos durante el análisis.
Durante las primeras 48 semanas de vida del bebé, para los algoritmos resultó más fácil descifrar la edad que el sexo de un bebé. Sin embargo, pasado ese período, el sistema fue capaz de precisar su clasificación, lo que sugiere que las diferencias de género se acentúan a partir de esa edad.
“Es al menos sugestivo de una imagen en la que el temperamento comienza a diferenciarse por género de una manera más poderosa alrededor de la edad de un año”, comentó Maria Gartstein, autora principal del estudio y profesora de psicología en la Universidad Estatal de Washington.
Para efectos de este estudio, el coautor de la investigación, Erich Seamon, del Instituto de Modelado, Colaboración e Innovación de la Universidad de Idaho, empleó algoritmos de aprendizaje automático para clasificar a los bebés como hombres o mujeres bajo tres rangos etarios: 0-24 semanas de edad, 24-48 semanas de edad y mayores de 48 semanas, en función de sus calificaciones para las 14 dimensiones de temperamento.
Las tasas de precisión aumentaron con la edad, desde un mínimo del 38% para el grupo de edad uno, hasta el 57% para el grupo de edad tres.
“Fue una buena oportunidad para hacer una especie de estudio de demostración utilizando estas técnicas de aprendizaje automático que requieren conjuntos de datos realmente grandes y no son muy comunes en la investigación del desarrollo socioemocional», comentó Gartstein. «Nos dio la oportunidad por primera vez de considerar realmente hasta qué punto las diferencias de género están informadas por la edad infantil”.
Aunque los resultados de esta investigación están sujetos a las múltiples influencias que pueden afectar a su muestra de estudio, el trabajo presentado es consistente con investigaciones anteriores que ya señalaban que los efectos de la socialización se comienzan a visibilizar alrededor de un año de edad.