Y es que tal y como está ahora mismo, la nueva función Recall de Windows 11 estará activada por defecto cuando se lance oficialmente a finales de este año. Tal y como ya os contamos hace solo unos días, esta IA se limitará a los equipos que lleven la etiqueta Copilot+ PC. Pero con todo y con ello, no será la opción más interesante para los que más cuiden de su privacidad.
Y es que una de las características de esta inteligencia es que capturará la pantalla de esos equipos en intervalos de cinco segundos. Básicamente, esto se traduce en que, por defecto, la IA capturará casi todo lo que aparezca en la pantalla. La única excepción que nos encontramos es aquello que realicemos en las sesiones privadas del navegador web.
Cierto es que los usuarios tendremos la posibilidad de bloquear el acceso a determinadas aplicaciones, pero eso debe hacer a mano. Desde un principio Microsoft nos informa de que las capturas solo se almacenan localmente. A su vez, están protegidas cuando el usuario no ha iniciado sesión en su cuenta. Pero tras iniciar dicha sesión, los datos almacenados son accesibles para las cuentas del sistema y del administrador.
-¿Cuál es el gran riesgo de Recall en Windows?
Podríamos decir que todas esas informaciones capturadas por la Inteligencia Artificial se convertirán en un objetivo más que lucrativo para los posibles atacantes. Y es que debemos tener en cuenta que, entre las capturas realizadas de forma automática, podremos encontrar documentos financieros tanto personales como profesionales, o todos los correos electrónicos que bajamos y mandamos.
A su vez, estarán guardadas todas las webs visitadas, excepto aquellas a las que accedimos en modo de navegación privada. No solo eso, se almacenarán nuestras actividades realizadas en el ordenador como los vídeos vistos, documentos abiertos, juegos, chats, mensajes de redes sociales y más. Todo este almacén de capturas se convertirá, en muchos casos, en el principal objetivo de los potenciales atacantes de nuestro equipo con Windows.
Al mismo tiempo, todo ello estará disponible para cualquier otro usuario que acceda a nuestro equipo sin nuestro permiso, o sencillamente por accidente. Podría encontrarse con modos de funcionamiento y datos que no deberían caer en manos de terceros. De ahí precisamente que el éxito de Recall no esté en absoluto asegurado cuando llegue a los equipos compatibles.
Actualmente, Windows 11 informa al usuario de que Recall está activado en el dispositivo, pero no se incluye una opción para desactivar la IA. De lo que no cabe duda es de que Microsoft debería incluir una opción para desactivar esta funcionalidad por completo desde la instalación del sistema operativo. De lo contrario, es muy posible que aquí nos encontremos con una plataforma que casi nadie querrá usar y que causará un enorme rechazo antes de su lanzamiento oficial.
Básicamente, esto quiere decir que el uso de Recall debería ser algo opcional, ya que el peligro que puede entrañar su uso, no gustará a casi nadie, algo que deberíamos poder configurar desde la instalación de Windows.