Windows 12 ya es tema de conversación desde hace tiempo. La razón es evidente, Windows 11 no ha funcionado como a Microsoft le habría gustado, y lo cierto es que hay razones para ello, desde múltiples problemas con sus actualizaciones hasta que, especialmente a fecha de su lanzamiento, del que hace solo unos días se cumplían dos años, en realidad era una actualización bastante ‘floja’ en lo referido a novedades, que no obstante sí que planteaba un importante salto en lo referido a sus requisitos técnicos.
Es cierto que, con el tiempo, Windows 11 ha ido sumando nuevas e interesantes funciones, como el soporte de DirectStorage, la compatibilidad con las apps de Android y, de manera mucho más reciente, la llegada de Windows Copilot. Sin embargo, dichas novedades no compensan, en opinión de muchos, el riesgo que plantea abandonar la fiabilidad del ya veterano y muy pulido Windows 10, frente a los múltiples problemas que experimenta Windows 11 prácticamente desde su mismo lanzamiento.
Así, y siguiendo la ya clásica teoría ‘uno bueno, uno malo’ que acompaña a Windows desde hace muchos años, ahora las expectativas se han trasladado a Windows 12, aunque en este punto es fundamental aclarar que nada, más allá del citado modelo empírico, nos asegura que esta futura versión del sistema operativo vaya a ser capaz de quedarse con lo bueno (que también lo hay, no lo podemos negar) de Windows 11, descartar sus aspectos negativos y, claro, sumar novedades más interesantes. Claro, que esto, a día de hoy, es poco más que la carta a los Reyes Magos.
Sea como fuere, los de Redmond tienen razones para tener prisa (aunque esto no es buena señal) y hoy sabemos, por PCGamer, que Intel espera el lanzamiento de Windows 12 en 2024. Claro, aquí debemos tener en cuenta algo muy importante, y es que no es lo mismo que yo afirme que espero algo así, a que lo haga una tecnológica como Intel, que lleva décadas trabajando mano a mano con Microsoft y que, sin duda, tiene un nivel de conocimiento sobre los planes de futuro de la compañía muchísimo más alto que el que tenemos el común de los mortales, por razones obvias.
En concreto, ha sido el director financiero de Intel, David Zinser, quien ha hecho alusión a una actualización de Windows, a la que no ha puesto nombre, pero sí fecha: 2024:
‘De hecho, creemos que el 24 será un año bastante bueno para los clientes, en particular, debido a la actualización de Windows. Y todavía pensamos que la base instalada es bastante antigua y requiere una actualización y creemos que el próximo año puede ser el ‘El comienzo de eso’, dado el catalizador de Windows. Así que somos optimistas sobre cómo se desarrollarán las cosas a partir del 24’.
Es sabido que el lanzamiento de una nueva versión de un sistema operativo puede tener cierto efecto catalizador de las ventas de hardware, algo que no ocurre si hablamos de una actualización de una misma versión, es decir, que Zinser no alude a algo como Windows 11 24H2, sino al lanzamiento de una nueva versión mayor, Windows 12.
Así, mi apuesta, sin duda prematura y probablemente errónea, es que Microsoft anunciará Windows 12 a mitades de 2024, alrededor de tres años después del anuncio y lanzamiento de Windows 11, y que su debut entre los primeros usuarios se producirá en las puertas del otoño del mismo año, entre finales de septiembre y principios de octubre. Así, también podemos esperar un crecimiento exponencial de rumores y filtraciones sobre Windows 12 durante los próximos meses. Rumores como el reciente que afirma que este nuevo OS podría adoptar el sistema de suscripción, algo sobre lo que mi compañero Isidro hizo una muy interesante reflexión en la que coincido por completo.