Hay muchas formas de hacer un mantenimiento al ordenador. Por ejemplo, podemos liberar espacio en disco duro para que este pueda funcionar mejor, deshabilitar procesos y servicios innecesarios para liberar recursos en la RAM y hacer que esta funcione mejor, e incluso actualizar todo el software del PC para mejorar su funcionamiento.
A continuación, os vamos a dejar 7 trucos con los que vamos a conseguir que nuestro Windows 10 o Windows 11 vuelva a funcionar como el primer día.
-Actualiza Windows y los programas
Esto es uno de los puntos más importantes, y que la mayoría de los usuarios no lleva a cabo. Cuando Microsoft, o un desarrollador, lanza una actualización de un programa, esta suele corregir todo tipo de errores, tanto de seguridad como de funcionamiento, a la vez que suele mejorar el rendimiento general del PC al funcionar mejor.
Por tanto, el primer truco es tener siempre Windows actualizado. Las actualizaciones de Windows llegan todos los meses en dos partes, las primeras de ellas centradas en la seguridad, y las segundas en el funcionamiento general del PC. Además, una vez al año nos llega una nueva versión del sistema, la cual suele corregir todos los problemas de la versión anterior, así como introducir nuevas características.
El segundo de los trucos es mantener todos los programas siempre al día. Igual que con Windows, las actualizaciones de los programas suelen corregir errores y mejorar el funcionamiento general de los mismos.
En tercer lugar, algo que muy pocos hacen, es recomendable actualizar los drivers del PC. Estos son los programas encargados de que Windows pueda usar y aprovechar los componentes del hardware. Algunos drivers llegan como actualizaciones opcionales de Windows Update, mientras que otros tendremos que buscarlos e instalarlos a mano desde las webs de los desarrolladores.
-Controla las aplicaciones y programas
Los programas son también uno de los elementos que más lastran el PC. Cuantos más tengamos instalados, más memoria y recursos consumirán en el PC y más lento irá Windows. Por ello, es necesario llevar un mantenimiento y control de los mismos.
El cuarto truco que os recomendamos es desinstalar todos los programas que no usemos. Es fácil instalar un programa, usarlo una vez (e incluso no usarlo), y olvidarnos de él. Por ello, una vez al mes deberíamos repasar la lista de programas instalados y borrar todo aquello que no vayamos a necesitar.
En quinto lugar, otro truco que podemos llevar a cabo es quitar todos los programas innecesarios del arranque de Windows. Cuando instalamos algunos programas, estos se configuran para abrirse al inicio de Windows, con el consecuente consumo de recursos. Por ello, debemos quitar todos aquellos que sean innecesarios para liberar recursos y hacer que el PC arranque más rápido.
-Limpiar el PC
En sexto lugar, también debemos asegurarnos de que el PC está limpio de todo tipo de archivo innecesario. Windows cuenta con una herramienta, llamada Sensor de Almacenamiento, que nos permite analizar el PC en busca de archivos basura y borrar todo aquello que sea innecesario y que solo esté ocupando espacio y lastrando el rendimiento del PC.
Por último, el séptimo truco para hacer que Windows funcione como el primer día es asegurarnos de que no tiene malware. Debemos ejecutar de forma periódica un análisis con el antivirus de manera que podamos asegurarnos de que no hay ninguna amenaza oculta en el PC.