Implementa estos ajustes para jugar al máximo rendimiento en tu PC con Windows 10 y 11

Un ordenador con Windows es un dispositivo ideal para trabajar, tanto en su versión de sobremesa como portátil, pero también hay que tener tiempo para el ocio. En el mercado actualmente hay una gran cantidad de juegos que están disponibles para los ordenadores que cuentan con Windows, el sistema operativo predilecto de los gamers, y que vas a poder disfrutar en esos ratos muertos.

Pero a veces es posible que se pueda buscar una experiencia mucho más fluida con los juegos, con el objetivo de tener unos FPS de más o poder optar por una calidad gráfica mayor. Para tratar de conseguirlo, se puede ‘forzar’ un poco la máquina aprovechando todos los recursos disponibles. En este artículo te mostramos algunos consejos para que puedas ser un auténtico jugón con tu PC Windows.

-Activar modo juego de Windows

El modo juego llegó por primera vez a los ordenadores en Windows 10 y se ha mantenido en Windows 11. Este modo está destinado a mejorar el rendimiento cuando se ejecuta cualquier tipo de programa a pantalla completa, que de manera general son los videojuegos. Automáticamente se activarán los procesos necesarios que potenciará el uso de los recursos que hay disponibles para mejorar la experiencia.

De manera general, este modo desactivará las actividades en segundo plano, las notificaciones y todos aquellos que sea innecesario. Estará todo el equipo disponible para el juego que estás ejecutando a pantalla completa. En el caso de que quieras activarlo en Windows 11, vas a tener que seguir los siguientes pasos:

  • Acceder a Configuración.
  • En el lateral izquierdo pulsa en Juegos
  • Pulsa sobre Modo juego en la lista.
  • Activa la primera opción disponible.

Si estás en Windows 10, los pasos son diferentes, ya que se deberá pasar por los siguientes pasos:

  • Acceder a los Ajustes.
  • Pulsa sobre ‘Juegos’ en el mosaico de opciones.
  • En el lateral pulsa en Modo de juego y activa el switch.

-Desactivar la precisión mejorada del puntero

De manera nativa, el sistema operativo tiene como misión el mejorar la experiencia que se tiene con el ratón mientras estás jugando, la mejora la precisión. Es decir, que el desplazamiento físico que tú hagas y el que realiza el puntero sea lo más parecido posible. Esto es algo que es sumamente importante con los juegos de disparos como por ejemplo Fortnite o el CoD.

Pero a veces esta función, que tiene muy buena pinta sobre el papel, puede llegar a causar muchos problemas de rendimiento. Hay que recordar que ya algunos juegos incluyen esta misma mejora en la precisión del puntero, y es por ello que se puede entrar en conflicto ambas funcionalidades. De esta manera, para enviar problemas hay que desactivarlo en el sistema operativo. Esto se consigue en Windows 11 y Windows 10 de la siguiente manera:

  • Abre el buscador de Windows.
  • Escribe el término ‘mouse’.
  • Accede al apartado ‘Cambiar el aspecto o la velocidad del puntero del mouse’.
  • Entre las opciones disponibles desactivar la casilla de ‘mejorar la precisión del puntero’

-Cierra todas las aplicaciones en segundo plano

Uno de los puntos más importantes a la hora de mejorar el rendimiento es saber qué aplicaciones se tienen abiertas. Muchas personas pecamos a veces de dedicarnos a abrir muchas ventanas en el navegador o varias aplicaciones y no cerrarlas hasta que se apaga el ordenador. Y aunque se tenga un hardware realmente potente, a veces esto es algo que se va notando en el rendimiento.

Cuando se quiere jugar aprovechando todos los recursos del sistema, es importante cerrar todas las aplicaciones en segundo plano. Hay que tener un especial cuidado con el navegador, sobre todo si usas Google Chrome, ya que su consumo de RAM es realmente elevado y puede provocar a la larga que se ralentice el propio videojuego.

-Batería a máximo rendimiento

Windows de manera tradicional ha dado siempre la posibilidad de gestionar la energía que consume el equipo, sobre todo cuando estamos hablando de los portátiles. En estos equipos que no estén conectados de manera constante a la red eléctrica es interesante que se permita reducir el consumo energético para tener una mayor autonomía. Pero esto es algo que mata drásticamente el rendimiento del equipo.

Hay que tener en cuenta que lo que se consigue con los modos de bajo consumo de Windows es que todo el hardware funcione un paso por detrás de lo que realmente puede. De esta manera es importante utilizar un plan de energía a máximo rendimiento, pero siempre que no vayas a hacer empleo de la batería y estés conectado a la propia red eléctrica. Este ajuste se va a encontrar de manera exclusiva en los portátiles en el apartado Sistema > Batería y alimentación.

-Cuidado con los antivirus que tengas instalado

Los antivirus en teoría siempre nos están defendiendo de todas las amenazas que nos puedan entrar en nuestro dispositivo. Pero a veces pueden demasiado conservadores con todas las conexiones entrantes que existen en los juegos. Y es que si juegas online debes saber que el juego va a tener que contar con todos los permisos necesarios para poder pasar «por encima» de los antivirus que tengas en el sistema operativo como Windows Defender.

Esto no es algo que siempre ocurre, pero en el caso de que estés tratando de jugar en línea y te aparece algún tipo de error sin duda es algo que vas a tener que pensar. Ante estos casos simplemente puedes desactivar el cortafuegos o firewall para que puedan pasar todas las conexiones, pero únicamente cuando estés en un juego de confianza y con un recordatorio para activarlo posteriormente.

-Mantén todos los controladores actualizados

Los controladores es una parte fundamental a la hora de jugar, ya que ofrece las instrucciones necesarias al hardware para que funcione al máximo rendimiento posible. En el caso de tener una tarjeta gráfica o GPU dedicada, esto es algo muy importante porque los fabricantes acostumbran a sacar parches de manera periódica para mejorar el rendimiento que ofrece la tarjeta y brindarla de compatibilidad con los últimos juegos del mercado.

Y es que estas actualizaciones en muchas ocasiones llegan justo cuando se libera al mercado un juego de relevancia y que cuenta con unos gráficos muy exigentes. De este modo, los fabricantes hacen que el controlador pueda sacarle el máximo partido al hardware para ofrecer el 100% de su rendimiento y evitar incompatibilidades. De esta manera, de manera periódica es importante que revises que tienes los controladores de Windows actualizados.

-Monitoriza tu experiencia de juego

Por último, para tener una experiencia de juego completa, puede ser interesante monitorizarla y tener diferentes accesos directos en pantalla. Esto se puede hacer con una aplicación que está preinstalada en Windows 10 y 11 que se llama Xbox Game Bar y que podrás encontrar en el buscador de Windows. Al abrirlo, verás que aparece una gran cantidad de información en pantalla y también accesos directos que son interesantes.

Lo primero que encontramos es una barra superior que permitirá capturar momentos o invitar a amigos de tu Xbox. En los laterales se encontrarán las opciones de mezcla de sonido y también el rendimiento que se está teniendo (uso de CPU, GPU e incluso los FPS) y también se habilitan las opciones de retransmisión en línea o grabación para capturar tus mejores momentos.