En Internet podemos encontrar un gran número de aplicaciones que nos permite cambiar la estética tanto del menú de inicio como de la barra de tareas y de los menús contextuales, aplicaciones que, al ejecutarse en segundo plano, consumen espacio en la memoria que, dependiendo de los recursos del equipo, pueden suponer un problema de rendimiento para algunos equipos.
Si nos hemos cansado de la barra de tareas en color blanco y ya hemos probado a cambiar el color además de haber pasado por el modo oscuro de Windows, la única opción que nos queda para darle un nuevo aspecto a Windows pasa por modificar su diseño que, en lugar de ser opaca, sea transparente, un diseño que también podemos aplicar a los menús contextuales para darle a Windows un aspecto completamente diferente al que estamos acostumbrados.
Dentro de las opciones de configuración de Windows, podemos modificar el nivel de transparencia de Windows para no vernos obligados a recurrir a aplicaciones de terceros, aplicaciones que siempre debemos tener abiertas en segundo ya que, de lo contrario, no pueden ofrecer esta funcionalidad.
-Barra de tareas y menús transparentes en Windows 11
Las opciones de personalización que Windows pone a nuestra disposición para que tanto la barra de tareas como los menús de contextuales muestren otro diseño, se encuentran dentro de las opciones configuración de Windows (Win + i).
Dentro de este apartado, pulsamos en Personalización. A través de este menú, podemos configurar un fondo de pantalla, establecer una gama de colores para la interfaz de Windows, modificar que información que se muestra en la pantalla de bloqueo, establecer que aplicaciones se muestran en el menú de inicio y la barra de tareas entre otros.
Pero, además, también nos permite aplicar un efecto de transparencia a todo el sistema. Esta opción se encuentra en la opción Colores del menú Personalización. Dentro de esta opción, tan solo debemos activar la casilla Efectos de transparencia.
A partir de ahora, los menús contextuales y la barra de tareas se mostrarán ligeramente transparentes, mostrando el color de fondo de la imagen que tenemos como fondo, pero de forma atenuada, no el mismo color, ya que, de lo contrario, no sería un efecto transparencia. Esta función, al igual que aplicaciones de terceros, afectan al rendimiento del equipo, sin embargo, al tratarse de una función nativa, el consumo de recursos es más reducido que utilizando aplicaciones de terceros.
-También en Windows 10
Si todavía no hemos actualizado a Windows 10 a pesar de que nuestro equipo sea perfectamente compatible, no es necesario instalar aplicaciones de terceros para poder llevar a cabo este cambio de diseño, ya que esta misma función también la podemos encontrar en Windows 10, función que se encuentra exactamente en el mismo apartado de las opciones de configuración de Windows.