Microsoft retiró hoy la aplicación de escritorio de Internet Explorer 11. Aunque todavía se mantendrá en algunas versiones empresariales y podrá ser utilizado mediante el modo IE incluido en el Edge Chromium.
Internet Explorer es hoy un desarrollo absolutamente innecesario en la tecnología mundial: lento; incompatible con estándares; inseguro por defecto y sin las capacidades del nuevo Edge que es la referencia de Microsoft en navegación web, el gigante del software lleva tiempo buscando soltar lastre y la completa eliminación de IE.
Hace un año Microsoft anunció la hoja de ruta para acabar con el navegador, aunque ya antes había venido desaconsejando su uso a favor de Edge y de otros navegadores modernos. Incluso le había quitado el título de “navegador” dejándolo en una mera “solución de compatibilidad”. Más aún, el responsable de ciberseguridad de Microsoft destacó que no debía ser utilizado en el trabajo diario y publicó un artículo en el blog oficial de Microsoft cuya titular lo decía todo: “Los peligros de usar Internet Explorer como su navegador predeterminado”.
Aun así, Microsoft lo ha mantenido por compatibilidad en empresas y la necesidad de soportar estándares anteriores para acceso web y funcionamiento de aplicaciones. Una vez completado el despliegue del Edge Chromium (el mejor navegador de la historia de Microsoft, a la altura en rendimiento, compatibilidad, seguridad y características de cualquier otro navegador moderno) no tiene ningún sentido mantener Internet Explorer en circulación.
Además, Edge cuenta con un modo IE que permite usar un segundo motor (MSHTML) específicamente dirigido para ejecutar esas aplicaciones que aún no se han migrado a otros navegadores modernos. Se ejecuta en una pestaña de Edge sin la necesidad de ningún otro tipo de software y por supuesto sin tener que usar el obsoleto Internet Explorer. Microsoft ha garantizado su soporte hasta 2029 por lo que las empresas que aún lo necesiten tienen tiempo de sobra para migrar.
-Internet Explorer dice adiós a una era tecnológica
Internet Explorer llegó al mercado hace más de 26 años. Fue creado sobre la base del código del Spyglass Mosaic y llegó como parte del paquete «plus» publicado para Windows 95. Era una época de dominio cuasi absoluto del Netscape Navigator, el primer navegador comercial, pero este lanzamiento y la posterior «guerra de navegadores» lo cambió todo.
Microsoft no tuvo que trabajar demasiado para popularizar su navegador. Daba igual que fuera mejor o peor que la competencia, simplemente con incluirlo como parte de sus sistemas operativos logró defenestrar a Netscape y consolidar un monopolio que duró 20 años (nada menos).
La estrategia de Microsoft fue polémica y fueron múltiples las demandas judiciales y ante los organismos reguladores bajo el argumento de ese aprovechamiento ilícito de la cuota de Windows, que terminaba por perjudicar al resto de competidores al no ofrecer alternativas de uso. Su instalación por defecto en Windows fue el verdadero valedor de IE, porque Mozilla (posterior Mozilla Firefox), el desarrollo abierto surgido de la liberación de Netscape, fue mejor navegador que Internet Explorer durante esas dos décadas.
Nada dura para siempre. La obligatoriedad de incluir alternativas en Windows en algunas regiones como la europea (¿recuerdas la pantalla de elección de navegadores impuesta a Microsoft por la Unión Europea?) fue el principio del fin, aunque aún sin ella Microsoft ya estaba perdiendo terreno.
Finalmente, en 2016, el mercado de la navegación web mundial dio un vuelco cuando Google Chrome superó en cuota de mercado a los Internet Explorer. Desde entonces la caída fue en picado y Microsoft perdió presencia en este importante mercado que abre el paso a los motores de búsqueda y a la publicidad en Internet.
Solo en 2016, los IE perdieron 350 millones de usuarios y posteriormente también fueros superados en cuota por el Firefox de Mozilla. La historia reciente la conoces: ‘A grandes males, grandes remedios’. Microsoft optó por algo impensable, utilizar la base de código abierto Chromium de su rival Google en un nuevo desarrollo para intentar revertir la situación.
Chrome sigue dominando ampliamente el mercado, pero al menos el nuevo Edge es un navegador digno de una compañía como Microsoft. Internet Explorer estaba muerto hace tiempo a nivel de consumo y ahora llega el anuncio de un final tardío, pero esperado.