Después de un arranque más lento de lo que cabía esperar, Bard empezó a alcanzar velocidad de crucero cuando se celebró el Google I/O 2023, evento elegido por la compañía para anunciar tanto que se expandía a 180 países (hasta ese momento solo era accesible, y de manera limitada, desde Estados Unidos y Reino Unido), además de empezar a sumar nuevas funciones.
Inicialmente la Unión Europea quedó fuera de esta ampliación, pues Google quería garantizar su encaje en la normativa legal del espacio común europeo. Dos meses después, con esos deberes completados, Google liberó la primera gran actualización de su chatbot, algo que hizo coincidir con, esta vez sí, su llegada a los países de la Unión Europea.
En aquella actualización pudimos comprobar, eso sí, que las nuevas funciones de Bard no siempre llegan de manera simultánea a las versiones en diferentes idiomas del servicio. En su lugar, Google opta por un despliegue progresivo en el que, en primera instancia, las funciones son liberadas en la versión en inglés, y que posteriormente es cuando dan el salto para extender su alcance a otros idiomas. Teniendo en cuenta tanto los costes operacionales como la necesidad de evaluar el funcionamiento de las novedades, este enfoque resulta totalmente comprensible.
Por lo tanto, cabía esperar que en la siguiente gran actualización de Bard, alguna de las funciones que debutaron en julio en la versión en inglés se extendieran al resto de idiomas (o, al menos, a parte de los mismos) y que, al tiempo, la principal sumara nuevas funciones que retomen el ciclo del que estamos hablando. Así lo pensábamos y esperábamos y, efectivamente, Google y el tiempo han terminado por darnos la razón.
Así, como podemos leer en el blog oficial, Google ha publicado una nueva gran actualización de Bard, con novedades que llegan a todos los idiomas, otras que solo están disponibles inicialmente para la versión en inglés, y el salto de una que hasta ahora solo estaba disponible en el idioma de Shakespeare, y que ahora se internacionaliza. Y ojo, porque es, precisamente, una de las más interesantes de la anterior actualización.
Empezaré por ésta última, disponible hasta ahora solo para la versión en inglés, pero que ahora ya está disponible en castellano. Hablo, claro, de la posibilidad de emplear imágenes en las consultas a Bard. Para tal fin podemos subir imágenes con Google Lens o desde el PC, así como obtener imágenes de la Búsqueda de Google en las respuestas. Los prompts multimodales fueron una de las grandes novedades de GPT-4, y desde entonces hemos visto como otros servicios han avanzado en la integración de esta función.
Google también ha introducido mejoras en lo referido a las conversaciones compartidas, de modo que ahora, si compartes una conversación que has mantenido con Bard con otra persona, ésta podrá retomarla en el punto en el que tú la dejaste.
Otra novedad muy interesante es que se ha mejorado la función de ‘Buscar en Google’, y es que ahora, en su versión en inglés, Bard realizará una búsqueda de su propia respuesta, con el fin de comprobar si hay información en Internet que la corrobore. Esto, sin duda, es una herramienta que facilita sustancialmente la verificación de las respuestas, haciendo que el servicio sea bastante más fiable.
Y, por último, aunque no por ello menos importante, Google ha empezado a liberar las extensiones de Bard, con las que es posible integrar servicios de Google y de terceros en el chatbot. Desde buscar información en los activos digitales que almacenas en la nube hasta planificar viajes, las extensiones amplían exponencialmente la utilidad del servicio. Eso sí, como cabía esperar, de momento sólo están disponibles para la versión en inglés.