Dependiendo de lo que necesites hacer y los medios con los que cuentes, hay varios métodos para realizar las transferencias, tanto de manera directa entre los PCs, como a través de un medio intermedio, dispositivos externos y hasta la nube, aquí te explicamos cuales son estos métodos:
1. Copiar archivos mediante cables
La manera más simple, cómoda y rápida de transferir archivos de un PC a otro PC es mediante un cable directo que una ambos. Hay dos maneras básicas de hacerlo:
Un cable puente USB: La industria ofrece cableado para conectar equipos Windows a través de USB, de Mac a Mac utilizando puertos USB/Thunderbolt o entre ellos. Computadoras con Windows reconocerán la conexión y será cuestión de instalar un pequeño programa incluido para poder sincronizarlos y transferir archivos como si fuera un explorador de archivos. En Mac, usando puertos Thunderbolt, se pueden conectar dos equipos y transferir ficheros fácilmente arrastrándolos entre sistemas.
Un cable de red cruzado: Una alternativa menos conocida entre el gran público es utilizar un cable Ethernet cruzado que nos permitirá crear una red de área local sin necesidad de un router o módem y compartir archivos entre equipos independientemente de su sistema operativo. Aquí funcionan todos y con todos, Windows, Mac o Linux.
2. Usando la red de área local
Este método aprovecha que todos los equipos incluidos en una red local pueden verse entre sí una vez configurados. Los sistemas operativos tienen opciones integradas para configurar redes domésticas entre dispositivos y con ello se pueden transferir carpetas y archivos de forma muy sencilla desde el mismo explorador de archivos. Funciona sobre redes cableadas LAN y sobre las inalámbricas WLAN conectadas mediante Wi-Fi.
Además de las propias herramientas del sistema operativo, hay aplicaciones como las especializadas en transferencias de archivos (FTP) que son ideales para mover datos en las redes, tanto las de Internet como las locales. Si no controlas ese tipo de gestión de redes, existe software de terceros para copiar archivos de cualquier tamaño entre dos PCs. En este grupo tenemos que destacar a Send Anywhere. Una aplicación fantástica y gratuita que solo necesita que los dos equipos estén conectados a la misma red Wi-Fi. Cuenta con versión para Windows, Mac y Linux e incluso tiene una extensión para Chrome OS.
3. Almacenamiento externo
Utilizar un medio de almacenamiento externo es seguramente la manera más usada para copiar archivos de un PC a otro, especialmente cuando manejamos archivos de gran tamaño. La desventaja frente a los anteriores es que no se pueden copiar archivos entre dos PCs de forma directa y tenemos que usar un dispositivo añadido entre ambos.
La ventaja es que están muy extendidos, son económicos y no solo se usan para transferir datos entre PCs, sino para salvaguardar datos y copias de seguridad. Si los medios ópticos cada vez se usan menos por sus fallos y capacidad limitada, del resto hay lo que quieras. Puedes usar un disco externo (disco duro o SSD) de gran capacidad y conectado a un puerto tan compatible como USB, hasta una tarjeta microSD (o SD), pasando por un pendrive que puedes llevar en un bolsillo.
En cualquier de los casos la tarea es sencilla. Simplemente conectas el medio externo al primer PC, copias en él los datos a transferir, retiras la unidad y la colocas en el segundo PC para copiar los datos. Además de los medios anteriores, también puedes usar unidades de almacenamiento inalámbrico para transferir archivos sin necesidad de cableado. Otra gran posibilidad son los NAS, dispositivos que suma almacenamiento y conectividad y que también se pueden usar para transferir archivos de cualquier tamaño entre PCs, desde cualquier parte del mundo e independientemente de la plataforma.
4. Conexión desde HDD o SSD
Este método está recomendado especialmente cuando lo que buscamos es reemplazar la unidad de almacenamiento, pero también podemos usarlo para mover datos de un PC a otro PC. Aquí tenemos varias posibilidades. Una posibilidad es desmontar la solución de almacenamiento (disco duro o SSD) del equipo antiguo y montarlo en el nuevo. Algo que no siempre es posible por su formato o una instalación más complicada.
Es por ello por lo que en estos casos recomendamos conectar las unidades externamente. De hecho, es un método natural para -de paso- aprovechar los viejos discos duros que vamos reemplazando por unidades de estado sólido. Podemos hacerlo usando tres métodos efectivos:
•Cable: Un simple cable eSATA (SATA externo) o un adaptador de la interfaz SATA a USB. Son muy baratos y efectivos y sirven para discos duros o SSDs.
•Dock: Algo más caro que el cable, pero más versátil y estético para colocarlo en un escritorio es una base de conexión. Su uso es tan sencillo como ‘pinchar’ los discos duros en sus alojamientos y conectar la base a un PC, sobremesa o portátil. Ofrecen varias bahías y soportan distintas interfaces.
•Carcasas: Lo más elegante es utilizar una carcasa-chasis donde colocaremos el disco duro o SSD. Simplemente es cuestión de retirar unos tornillos porque la circuitería ya está incluida en su interior. Lo usaríamos para copiar archivos entre dos PCs y nos serviría después para salvar datos y copias de seguridad.
5. Cloud
La ‘nube’ llegó para quedarse y aquí se incluyen los servidores que instalados en grandes centros de datos nos proporcionan computación, vídeo, música, software o juegos bajo demanda. También proporcionan almacenamiento de datos y es otra solución muy cómoda para usarlo como un medio al que puede acceder cualquier PC.
Es tan simple como subir los archivos a la nube desde tu equipo antiguo y descargarlo en el nuevo. Si tienes una buena conexión a Internet y los dos equipos tienen sincronizadas las carpetas localmente, la carga/descarga se realizará de forma simultánea ganando en velocidad. El problema con este método es cuando la cantidad de datos a mover es masiva, de decenas/centenares de Gigas y no estamos suscrito a un servicio de pago que nos ofrezca tanto, porque los gratuitos suelen poco generosos en capacidad para estas tareas con grandes archivos.