Los rápidos desarrollos en inteligencia artificial han aparecido en un sinfín de titulares este año gracias al popular chatbot ChatGPT, los motores de búsqueda que lanzan sus propias herramientas de IA y las personas que usan diariamente algunas aplicaciones para crear imágenes, audio y vídeo desde cero y en segundos.
Pero algunas empresas y expertos en este tema están prestando cada vez más atención a lo que se conoce como inteligencia artificial general o AGI, que algunos esperan que anuncie la llegada de sistemas que son tan inteligentes como los humanos.
Es un objetivo ambicioso considerado durante mucho tiempo con una mezcla de miedo y expectativas muy positivas debido a un posible peligro de que se vaya de las manos. Los expertos en el campo de la IA tienen diferentes opiniones sobre qué tan cerca se está de lograrlo. Algunos creen que esto es cuestión de unos años, mientras que otros piensan que podría llevar varias décadas. Quizá aquí la clave radica en el propio proceso de esta tecnología. Si los avances continúan ocurriendo a un ritmo tan rápido, es probable que llegue antes de lo que se cree.
Sin embargo, parece que actualmente existe una locura generalizada sobre sus peligros, que, si bien existen, se estarían sobredimensionando. Algunos incluso se atreven a decir que la versión GPT-5 de OpenAI será una inteligencia general artificial, o AGI.
Es cierto que una preocupación clave es el desplazamiento de los trabajadores humanos a medida que las máquinas se vuelven capaces de realizar las mismas tareas. Otro tema importante a tener en cuenta es el mal uso potencial o las consecuencias no deseadas de esta evolución, especialmente si cae en las manos equivocadas.
«Hay tanto entusiasmo como preocupación en torno a la IA. Se están realizando esfuerzos significativos en la investigación y el desarrollo para maximizar los beneficios de la IA y minimizar sus desventajas. La dirección que tome en el futuro dependerá de cómo se manejan estos desafíos y de cómo se aplique la tecnología en diferentes sectores de la economía», explica Josué Pérez Suay, especialista en Inteligencia Artificial y ChatGPT.