Las “comparativas” de software (benchmarks) son técnicas utilizadas para obtener una estimación del rendimiento de equipos informáticos o de alguno de sus componentes, especialmente CPU, GPU, RAM o unidades de almacenamiento.
Además de resultados de rendimiento obtenidos que pueden compararse con máquinas similares, estos programas también suelen ofrecer información completa de la máquina o componentes, lo que es muy útil a la hora de actualizar equipos. O usarse para comprobar el funcionamiento de un determinado componente en caso de que detectemos errores.
Los puntos de referencia de sistemas operativos no se ven con tanta frecuencia. Simplemente no es el único apartado a la hora de elegir usar uno u otro y muchas veces los datos se miden el milisegundo y no son relevantes para la mayoría de usuarios. Pero pueden proporcionar una idea del funcionamiento de uno y otro, comparando los resultados con los mismos componentes de hardware.
-Ubuntu frente a Windows 11 en un Core i9 12900K
Como debes saber, Intel cambió la arquitectura hacia un diseño «híbrido» en su última generación de procesadores, “Alder Lake”. Aunque el gigante también soporta Linux en todos sus desarrollos, las pruebas internas de estas CPUs se realizaron con la mente puesta en optimizar su funcionamiento en Windows 11.
De esta manera, en el lanzamiento del sistema de Microsoft, Windows 11 batía en rendimiento a las distribuciones Linux. Suele ser común en nuevos lanzamientos. Microsoft sigue siendo el socio preferencial por la enorme cuota de mercado de Windows.
En los meses siguientes el kernel Linux ha ido recibiendo las correcciones correspondientes con parches específicamente destinados a optimizar su funcionamiento sobre esta generación de procesadores. Y la situación ha cambiado: Ubuntu supera a Windows 11 en una buena parte de los test.
Por si te interesa, las pruebas se han realizado en un equipo de gama alta con un Intel Core i9 12900K funcionando a la frecuencia predeterminada, sobre una placa ASUS ROG STRIX z690-E, con 32 Gbytes de memoria DDR5-6000, una SSD NVMe WD Black SN850 y una gráfica dedicada Radeon RX 6800 XT, bajo Windows 11 Pro y Ubuntu 22.04 LTS por otro lado.
Repetimos que el rendimiento es solo una parte de la ecuación a la hora de elegir un sistema operativo. Si el mismo se mide en milisegundos, se entiende. Pero ahí lo tienes. Puedes encontrar todos los resultados en Phoronix.