La inminente finalización del soporte técnico para Windows 10 en octubre de 2025 plantea una grave amenaza para la seguridad informática a nivel mundial. Millones de dispositivos, tanto en entornos domésticos como empresariales, quedarán expuestos a ciberataques si no se actualizan a sistemas operativos más recientes o se adoptan medidas de seguridad adicionales.
ESET, una de las principales empresas de seguridad informática, ha alertado sobre las graves consecuencias de esta situación. Según la compañía, los equipos que ejecutan Windows 10 sin soporte se convertirán en objetivos prioritarios para los cibercriminales, quienes aprovecharán las vulnerabilidades conocidas para robar datos, instalar ransomware o llevar a cabo otros ataques maliciosos.
A pesar de los esfuerzos de Microsoft por promover Windows 11, la adopción de este nuevo sistema operativo ha sido más lenta de lo esperado. Esto significa que una gran cantidad de dispositivos seguirán ejecutando Windows 10 cuando finalice el soporte técnico, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad cibernética.
-¿Cuáles son las opciones disponibles para los usuarios de Windows 10?
- Actualizar a Windows 11: Esta es la opción recomendada por Microsoft, aunque muchos usuarios han expresado su reticencia debido a problemas de compatibilidad y a la percepción de que Windows 11 es más intrusivo.
- Adoptar un sistema operativo alternativo: GNU/Linux, ChromeOS Flex y macOS son algunas de las alternativas más populares para aquellos que no desean actualizar a Windows 11.
- Extender el soporte de Windows 10: Microsoft ofrece un programa de soporte extendido de pago (ESU), pero esta opción es costosa y no garantiza la protección contra todas las amenazas.
-Las recomendaciones de seguridad
Independientemente de la opción que se elija, ESET recomienda tomar las siguientes medidas de seguridad:
- Mantener los sistemas actualizados: Instalar todas las actualizaciones de seguridad disponibles, tanto para el sistema operativo como para las aplicaciones.
- Utilizar un software de seguridad de confianza: Un buen antivirus y un firewall pueden ayudar a proteger los dispositivos de amenazas cibernéticas.
- Limitar los privilegios administrativos: Otorgar privilegios administrativos solo a los usuarios que los necesiten.
- Realizar copias de seguridad periódicas: Las copias de seguridad permiten restaurar los datos en caso de pérdida o corrupción.
La situación actual exige una acción rápida por parte de los usuarios y las empresas. Ignorar el problema puede tener consecuencias graves, tanto a nivel individual como a nivel organizacional.