Obviamente, estas funciones no están diseñadas para hacernos perder el tiempo, ya que Microsoft las introduce de buena fe y basándose en los datos de uso que recopila periódicamente. Una de las funciones más molestas que se incluyen en Windows, es la que se encarga de volver a abrir las aplicaciones que teníamos abiertas cuanto reiniciamos el equipo.
Muchos son los usuarios que, cuando se ven obligados a reiniciar el PC, en lugar de cerrar las aplicaciones abiertas, una por una, dejan que Windows se encargue de realizar el proceso. Si siempre utilizamos las mismas aplicaciones, cabe la posibilidad de que esta función realmente nos sea de mucha utilidad, ya que, una vez iniciamos sesión, no es necesario buscar los accesos directos de las aplicaciones para seguir utilizando las aplicaciones.
Si quieres evitar que, una vez has reiniciado el equipo, se abran las mismas aplicaciones que teníamos abiertas antes de realizar este proceso, tan solo debemos modificar una opción dentro de las opciones de configuración de Windows, independientemente de si nuestro equipo está gestionado por Windows 10 o Windows 11.
-Desactivar el reinicio automático de las aplicaciones tras reiniciar
Como hemos comentado más arriba, para evitar que Windows abra las aplicaciones que teníamos abiertas al reiniciar el equipo o volver a iniciar sesión, debemos acceder a las opciones de configuración de Windows a través del atajo de teclado Win + i. A continuación, pulsamos sobre el botón Cuentas y nos dirigimos al apartado Reiniciar las aplicaciones. En este apartado, tan solo debemos desmarcar el interruptor Guardar automáticamente las aplicaciones reiniciables al cerrar sesión y reiniciarlas después de iniciar sesión.
Pero, si esta función nos es de utilidad, no hace falta desactivarla de Windows, ya que más que un problema, puede ser la solución para evitar perder nuestro valioso tiempo cuando tenemos que reiniciar el PC por cualquier motivo mientras estamos trabajando o cuando volvemos a iniciar sesión tras cerrarla previamente. Lo único que debemos hacer para que, a la hora de retomar la actividad en nuestro equipo, se abran las aplicaciones que teníamos abiertas, lo único que debemos hacer es apagar el PC, no cerrar sesión.
Podemos apagar el PC a través del menú de Inicio pulsando con el botón derecho o utilizando el atajo de teclado Alt + F4 y seleccionando la opción Apagar. La próxima vez que iniciemos sesión, como nos hemos reiniciado ni cerrado sesión previamente, no se abrirán las aplicaciones que teníamos abiertas cuando apagamos el equipo.