Con la llegada de Internet cada vez trabajamos con una mayor cantidad de archivos y carpetas personales y privadas en nuestro equipo de sobremesa. Además, también es importante tener en consideración que compartimos por diferentes vías online buena parte de esos archivos. Esto quiere decir que las medidas que deberíamos tomar para cuidar de todo ello y que esos archivos no caigan en malas manos, deben ser más numerosas que nunca.
Aquí entran en juego elementos tan importantes como nuestros datos bancarios, fotos y vídeos personales, documentos del trabajo, ficheros con información privada de nuestra familia, y mucho más. A continuación, os vamos a hablar de una serie de cambios que deberéis hacer en vuestro equipo basado en Windows para así lograr que su seguridad sea mayor.
-Haz que tu PC con Windows sea mucho más seguro
Además, hay que tener en consideración que nos referimos a mejoras y cambios muy sencillos que podréis llevar a cabo cualquiera de vosotros.
- Actualizar el antivirus: uno de los métodos de seguridad más extendidos en la mayoría de los ordenadores de sobremesa es el antivirus. Pero si no tenemos actualizada esta solución de seguridad, en realidad no nos va a servir de nada. De ahí la importancia de instalar siempre la versión más igual del programa y de su base de datos interna.
- Configurar el firewall: este es un elemento que encontramos incluido en el propio sistema operativo de Microsoft y que nos permite bloquear ciertas conexiones entrantes y salientes de Internet. Su correcta configuración nos puede proteger frente a todo tipo de ataques externos.
- Activar la seguridad de mejorada de Chrome: el navegador más usado como es Google Chrome nos ofrece diferentes niveles de seguridad que podemos configurar. Lo más recomendable es utilizar la denominada como seguridad mejorada para así bloquear aún más la llegada de todo tipo de códigos maliciosos en nuestro ordenador con Windows.
- Mantener Windows actualizado: evidentemente uno de los métodos más eficaces a la hora de mantener nuestro sistema operativo protegido, es instalar la más reciente versión del mismo. Microsoft no para de enviar actualizaciones y parches que deberíamos instalar lo antes posible para así trabajar con un software más robusto y protegido.
- Eliminar el software sospechoso: quizá en el pasado hemos descargado algunos programas de los que no nos fiamos del todo ya que nos llegaron de fuentes sospechosas. Lo mejor que podemos hacer es eliminarlos y buscar alternativas más populares y conocidas a la vez que fiables.
- Limitar las descargas a la Microsoft Store: tenemos la posibilidad de configurar Windows para que tan solo podamos descargar programas desde su tienda oficial, la Microsoft Store. Esto bloqueará la llegada de aplicaciones externas que instalamos desde todo tipo de webs, algo especialmente recomendable en equipos que vayan a utilizar usuarios sin experiencia.
- Cifrar los ficheros privados: la versión Pro de Windows nos propone su propia función para cifrar archivos y carpetas, algo muy recomendable con los datos más privados. En el resto de las ediciones también podemos utilizar programas externos como por ejemplo sucede con VeraCrypt.
- Establecer una contraseña robusta en Windows: lo más recomendable es utilizar un PIN o una contraseña robusta para acceder a Windows cada vez que encendemos el PC. Esto es algo que se hace especialmente patente si trabajamos con nuestro ordenador rodeados de otras personas.