Seguro que más de una vez toqueteando nuestro PC con Windows hemos desactivado alguna función importante para el buen desarrollo de este y ni nos hemos dado cuenta. O quizá sí, pero hemos considerado que no era muy relevante. Pues bien, podrías estar perjudicándolo hasta el punto de dejar de funcionar. Hay muchos ajustes y procesos de Windows esenciales para el buen funcionamiento del sistema operativo.
Desactivarlos puede hacer que tu sistema operativo se detenga o incluso que se desestabilice hasta el punto de tener que reinstalarlo. A continuación, te indicamos algunas cosas que nunca debes hacer en Windows para no meterte en problemas.
-Ajustar el Editor del Registro. No juguetees con él
A veces necesitamos modificar las claves del Registro de Windows para desactivar una configuración concreta, hacer que el software funcione mejor o solucionar un problema. Aunque puede ayudar a resolver problemas graves, es una de las áreas casi que prohibidas, que debe evitarse a toda costa a menos que sea absolutamente necesario.
Un ajuste del Registro podría ralentizar el rendimiento de tu ordenador, comprometer tu ciberseguridad, alterar los controladores, restringir el acceso a las funciones de uso frecuente o incluso requerir una reinstalación del sistema operativo como solución final.
-Desactivar las actualizaciones automáticas de Windows
Cuidado con este punto porque es muy común en los usuarios. Recalcamos que las actualizaciones de Windows son necesarias para acceder a las nuevas características introducidas por Microsoft, acelerar el rendimiento del sistema operativo y hacer que este sea a prueba de errores, para que ningún malware meterse.
Desactivar las actualizaciones automáticas de Windows provocaría un gran daño. Empezarás a notar problemas de estabilidad, un descenso en el rendimiento, avisos del antivirus sobre ataques de malware con frecuencia, y mucho más si lo mantienes desactivado durante mucho tiempo.
-Desactivar el cortafuego de Microsoft Defender
El Firewall de Microsoft Defender facilita el bloqueo del acceso no autorizado a través de Windows. El programa detecta el malware antes de que entre en tu ordenador y bloquea inmediatamente los archivos infectados o te pone en preaviso.
Al desactivarlo, estarías dejando que los virus tomen el control y campen a sus anchas. Esto pone en riesgo tus datos y compromete tu seguridad y privacidad. Por lo tanto, mantenlo encendido a toda costa.
-Ejecutar comandos de fuentes no fiables en el símbolo del sistema
Los procesos que ejecutes en la aplicación tendrán acceso a todos los archivos de Windows que de otro modo estarían restringidos. Por lo tanto, ejecutar comandos de fuentes no confiables sin saber lo que hacen puede definitivamente ponerte en problemas.
Esto podría acabar en borrado de discos duros, eliminar tu cuenta de usuario, reiniciar tu ordenador e incluso desactivar permanentemente Internet en tu dispositivo. Además, no puedes deshacer todos los cambios que hayas hecho. Mantente alejado de los comandos poco claros que provengan de fuentes poco fiables.
-Desactivación de procesos necesarios del sistema operativo y eliminación de archivos de Windows
Nunca debes eliminar o desactivar los archivos y procesos críticos de Windows. Borrarlos o deshabilitarlos podría hacer que tu sistema operativo se estropeara por completo, lo que te obligaría a reinstalarlo.
Asegúrese de consultar los archivos y carpetas de Windows que nunca debes tocar para saber más. Del mismo modo, debes tener cuidado antes de desactivar procesos en el Administrador de tareas de Windows. Nunca deshabilites un proceso que no conozcas, ni siquiera para liberar algo de CPU, memoria o recursos de red.
-Instalar programas de fuentes poco fiables
Por último, pero no menos importante, vamos a la guinda del pastel. Los programas y aplicaciones instalados desde fuentes no fiables son portadores de virus y los pasan al ordenador en casi un 100%.
Y sí, tenemos el Firewall de Microsoft Defender, pero aunque atrapa la mayoría de ellos cuando se intenta instalarlos, hay veces que lo eluden. Por lo tanto, la solución es sencilla, descarga siempre archivos de sitios web de confianza y confirma que los archivos son seguros antes de hacer clic en el botón de descarga.
Además, si tú Firewall o antivirus te advierte de una posible amenaza, elimina de tu cabeza la posibilidad de instalarlo. Si aun advirtiéndote, crees que es probable que te la cuelen o no sepas bien lo que haces y elimines algo relativamente importante de tu sistema operativo, te recomendamos encarecidamente que hagas una copia de seguridad.
Además, deberías hacer una copia de seguridad de los archivos de Windows con cierta regularidad para que, incluso si acabas interrumpiendo Windows y borrando posteriormente todos los puntos de restauración sin dejar rastro, sigas teniendo acceso a sus archivos.
Haz todo lo posible para evitar hacer cualquiera de las cosas prohibidas que se mencionan más arriba, y si necesitas resolver un problema concreto, haz una copia de seguridad de tus datos de antemano y regresa a ese punto anterior.