Cuando Meta anunció que iba a implementar la funcionalidad de compartir pantalla en WhatsApp ya se alertó sobre las posibles consecuencias que ello podía acarrear. En un mundo donde las estafas informáticas están a la orden del día, era cuestión de tiempo que los ladrones idearan nuevas tácticas de robo.
Desde finales de 2023 se han producido y notificado distintos incidentes relacionados con esta característica, pero el último método es todavía más virulento y rápido. Y es que los criminales buscan objetivos vulnerables para llevar a cabo sus estafas: con solo pulsar un botón pueden hacerse con los datos bancarios y con toda la información que contenga el teléfono.
-¿Cómo se produce la estafa de la videollamada de Whatsapp?
Todo empieza con una videollamada de un número desconocido, la primera señal de alerta. Si el usuario acepta la llamada entrante, los estafadores comunican a la víctima que hay algún tipo de problema técnico con la cámara, así que le invita a pulsar el botón de compartir pantalla. Una vez que los criminales pueden ver el contenido del panel del otro teléfono, envían un SMS y visualizan el código de seguridad. Desde ese instante, los ladrones pueden hacerse con el control de la cuenta de WhatsApp y transferirla a otro teléfono, de modo que la persona estafada deja de tener acceso a su propia cuenta.
Los delincuentes se quedan con todos los mensajes de los chats, lo que incluye la información sensible que pudiera contener. El objetivo es conseguir datos de las cuentas bancarias u otros datos importantes como el DNI. Como en otros casos, la prevención es una necesidad, por lo que mayor defensa es rechazar cualquier llamada sospechosa. El problema es que muchas de las personas que caen en sus redes carecen de conocimientos tecnológicos suficientes, de forma que son más vulnerables a este tipo de acciones.