Windows 12 podría convertirse en el próximo sistema operativo de Microsoft. El sucesor de Windows 11 ha sido el objetivo de importantes rumores en el pasado, de hecho, se creía que dicho sistema operativo iba a llegar a finales de este año, pero al final lo que Microsoft lanzó fue la actualización 24H2.
El lanzamiento de esa actualización dejó en el aire los planes de Microsoft con Windows 12, pero la verdad es que fue un movimiento totalmente lógico por parte del gigante de Redmond. Al final la compañía ha preferido esperar, y tiene motivos importantes para hacerlo, sobre todo viendo la situación en la que se encuentran Windows 10 y Windows 11.
-Entonces, ¿cuándo podría llegar el nuevo Windows?
En el mejor de los casos a finales del año que viene, entre los meses de octubre y noviembre, pero cabe la posibilidad de que Microsoft decida retrasarlo y que espere a 2026. Ahora mismo todas las posibilidades están abiertas, y estoy barajando aquellas que tienen más sentido. Tenemos el precedente de Windows 7, que fue un sistema operativo muy querido. Microsoft era consciente de ello, y tenía una situación parecida a la que se vive a hora mismo con Windows 10 y Windows 11. Por eso decidió lanzar Windows 11 un año después del final del soporte de Windows 7. Microsoft hizo lo mismo con el lanzamiento de Windows 10, esperó a que pasara un año del fin de soporte de Windows XP para lanzar dicho sistema operativo. Este otro precedente nos deja un patrón claro que Microsoft podría repetir con el lanzamiento de Windows 12.
-¿Por qué Microsoft no tiene prisa por lanzar Windows 12?
Las dos razones principales son la fragmentación y la baja cuota de mercado que tiene ahora mismo Windows 11. Lanzar Windows 12 ahora o a corto plazo supondría:
- Tener tres sistemas operativos en el mercado, con la fragmentación que ello supone.
- Canibalizar cuota de mercado a Windows 11 y complicarle aún más las cosas frente a Windows 10.
- Correr el riesgo de que Windows 12 no guste y la gente se aferre todavía más a Windows 10, porque este todavía tendría soporte.
Microsoft no ha concretado una fecha de lanzamiento, así que no sabemos cuándo llegará su próximo sistema operativo. Podrían pasar meses o incluso años, pero hay una cosa que sí que podemos tener clara, y es que como mínimo el gigante de Redmond va a esperar a que se produzca el final del ciclo de vida de Windows 10, que tendrá lugar el 14 de octubre de 2025.
La muerte de Windows 10 podría marcar el nacimiento de Windows 12. Tiene mucho sentido, porque con el final del soporte oficial de dicho sistema operativo Microsoft eliminaría de un plumazo los tres problemas que os he explicado anteriormente.
Windows 11 se quedaría solo, y sería un buen momento para lanzar un nuevo sistema operativo que, además, podría posicionar como una opción más avanzada, mejor diseñada y más pulida. Microsoft podría jugar también a su favor con la ventaja de que Windows 11 no ha terminado de gustar al gran público para impulsar la tasa de adopción de Windows 12.