Con esta pequeña modificación dentro del panel de control de Windows, vas a poder desactivar la característica de inicio rápido que viene marcada por defecto. Cuando dejamos de utilizar nuestro ordenador durante unas cuantas horas, lo que hacemos es directamente pulsar sobre el icono de Windows en la parte inferior izquierda de la interfaz, y seleccionar “apagar equipo”, algo que aparentemente está apagando nuestro equipo por completo.
Sin embargo, desde Windows 8, y que también tenemos disponible en Windows 10 y Windows 11, contamos con la característica llamada “inicio rápido”, que viene activada por defecto al momento de instalarnos el sistema operativo, y que hace que, a la hora de apagar y volver a encender nuestro ordenador, todo se enciende bastante rápido. Esto se debe a que realmente no estamos realizando un apagado completamente limpio.
Para desactivar el inicio rápido en nuestro sistema operativo, debemos realizar un pequeño ajuste en la configuración del sistema. Antes de que te lo digamos, cabe aclarar que el inicio rápido no está disponible en todos los ordenadores, aunque en general sí en los lanzados en los últimos cinco años.
Pues bien, si queremos deshabilitar la opción de inicio rápido en nuestro Windows, básicamente debemos ir al panel de control de Windows 10 o Windows 11 escribiendo directamente “panel de control” en la cajita de búsqueda en la parte inferior izquierda de la interfaz.
Una vez que hayamos entrado al panel de control, debemos seleccionar “hardware y sonido”, luego a “opciones de energía” y posteriormente darle a la opción de “cambiar las acciones de los botones de inicio/apagado”.
Si lo hemos hecho bien, estaremos en una página donde observaremos que en la parte inferior tenemos la configuración de apagado, y debería estar activado por defecto la característica de “activar inicio rápido”.
Como ves, no puedes cambiarla, pero para ello debemos pulsar sobre la opción un poquito más arriba donde pone “cambiar la configuración actualmente no disponible” y, tras aceptar, ya podremos desmarcar la característica de “activar inicio rápido”. Tras ello, guarda los cambios. Con esto ya podremos realizar un apagado totalmente limpio en nuestro Windows, aunque evidentemente tardará bastante más que si tienes activada esta característica.