Apple ha dado un paso más en su enfoque hacia la autoreparación con una notable expansión de su programa. Este avance no solo es significativo para los entusiastas de la tecnología, sino también para aquellos que abogan por un mayor control sobre sus dispositivos.
La principal novedad es la introducción de una herramienta de diagnóstico accesible en línea. Esta herramienta, hasta ahora exclusiva de los proveedores autorizados, está ahora al alcance de cualquier usuario con un dispositivo compatible. Lo interesante aquí es que Apple está democratizando el acceso a herramientas que antes eran de uso restringido, lo que representa un cambio en su tradicional enfoque cerrado.
Está disponible en getsupport.apple.com/self-service-diagnostics, de momento solo en Estados Unidos (yo he accedido usando NordVPN). El proceso de diagnóstico es sencillo pero poderoso. Al ingresar el número de serie de tu dispositivo, tienes acceso a una suite de herramientas que te permiten evaluar desde el software hasta componentes específicos como cámaras o sensores. Imagina poder identificar tú mismo el problema de tu iPhone o Mac, sin depender de un técnico. Aquí tenéis las capturas de pantalla:
No obstante, no todo es perfecto. Existen críticas, especialmente relacionadas con el emparejamiento de piezas. Activistas del derecho a reparar, incluido Kyle Wiens de iFixit, han señalado que esta práctica limita el uso de piezas de terceros, lo que puede ser visto como una restricción a la libertad del usuario. Este es un punto crucial en el debate sobre la autoreparación y la propiedad de los dispositivos.
Apple no solo se ha limitado a mejorar su herramienta de diagnóstico, sino que también ha expandido la gama de productos soportados. Ahora, con 35 productos en el programa, la cobertura es más amplia que nunca. Esto, combinado con un apoyo creciente a las legislaciones del derecho a reparar, muestra un cambio en la dirección de Apple, aunque todavía con ciertas limitaciones.
La iniciativa de Apple es un paso adelante en la autoreparación, pero aún está lejos de ser una solución perfecta. La tensión entre mantener un control de calidad y permitir una verdadera autonomía del usuario sigue presente. A medida que avanza este programa, será interesante ver cómo Apple equilibra estos dos aspectos y cómo responde a las preocupaciones de los activistas.