En su momento el software de Piriform fue uno de los imprescindibles de Windows, hasta que diversos cambios hicieron que cayera en desgracia. A saber: la inclusión de publicidad pasada de vueltas, versiones fraudulentas que se distribuyeron sin conocimiento con puertas traseras; la compra de la compañía por parte de Avast, cuya pertenencia se mantiene.
La propia Microsoft recomienda no usar CCleaner por los problemas que causaba con sus limpiezas profundas del registro de Windows y, más tarde, puso a la aplicación en la lista negra un poco por todo lo anterior.
No obstante, a principios de año la aplicación entró a formar parte del catálogo de Microsoft Store sin que se escuchase nada negativo al respecto, y qué menos que hacernos eco de ella, por si a alguien le interesa, ya que se trata de una herramienta polivalente que no solo afecta al, por otra parte, y esto es culpa de Microsoft y de nadie más, desastroso sistema de registro de Windows.
Lo beneficioso de CCleaner es que se basa en un limpiador de sistema, útil para dejarlo todo como estaba antes de que instalases esas aplicaciones que has terminado desinstalando, pero que han dejado muchos restos por el camino. CCleaner, de hecho, sirve también para desinstalar aplicaciones de Windows de una manera más pulcra de como lo hace el propio sistema; te limpia el registro, se deshace de archivos en caché e historial, hace barridos de privacidad y seguridad y muchas cosas más, que puedes personalizar.
Pero CCleaner sirve también para otras cosas, como automatizar la actualización de controladores de hardware, una tarea por lo general un poco pesada que esta herramienta solventa fácilmente; y en cuanto a CCleaner 6.0, su principal novedad es un optimizador de rendimiento que básicamente analiza los procesos, los lista según la carga que ejercen sobre el sistema y te invita a suspenderlos cuando no los usas para ahorrar recursos.
Sin embargo, CCleaner ha dado un giro en los últimos años, antes incluso de su compra por parte de Avast, pero también después, y lo que era una herramienta cien por cien gratuita, terminó capando sus opciones más útiles solo para los usuarios de pago, lo que en cierto modo es normal si es buena y la quieren monetizar.
CCleaner no llega a donde puedes llegar tú, y de paso aprender a mantener un poco el sistema, que nunca viene mal, ya que la aplicación te muestra aquello que hay que corregir. Y aunque existen alternativas, esta que sigue siendo de las más conocidas de su categoría, se termina llevando el gato al agua en muchas ocasiones.